Los investigadores Riczar Fuentes y Alfred Pawlik del departamento de sociología y antropología del Ateneo de la Universidad de Manila sugieren que los prehistóricos pueblos del sudeste asiático construían sofisticadas embarcaciones para pescar y navegar los océanos hace ya 40.000 años. Su trabajo se detalla en un estudio que se publicó el 8 de febrero en Journal of Archaeological Science.
“Aunque la presencia de fósiles y artefactos brinda mucha evidencia de que los primeros humanos modernos eran capaces de cruzar el mar abierto, todavía nos falta conocer las circunstancias precisar de por qué y cómo se movían entre las islas del sudeste asiático (ISEA) y en particular, la región de Wallace”, afirman Fuentes y Pawlik en su trabajo.
No hay evidencia
El problema para estudiar la tecnología prehistórica de la navegación es que lo más probable es que las embarcaciones se construyeran con materiales naturales que se desintegran con el tiempo, por lo que no hay evidencia arqueológica directa. Por eso los investigadores solo pueden deducir su existencia al analizar evidencia indirecta, como herramientas y la forma de procesar lo que potencialmente serían los materiales que usaban.
“En este trabajo exploramos la conexión entre los rastros del trabajo con vegetales y la construcción de embarcaciones en sitios costeros durante el Pleistoceno para inferir de qué modo migraban hacia y a través de la región los pueblos prehistóricos”, explicaron. Para ello estudiaron herramientas de piedra de hace 40.000 años de sitios arqueológicos del sudeste de Asia, en las que identificaron rastros de procesamiento de vegetales, específicamente el tipo de procesamiento necesario para extraer fibras con el fin de hacer sogas y redes.
En síntesis, el tipo de materiales necesarios para construir embarcaciones y pescar. Además, algunos sitios de Mindoro y Timor-Leste revelaron herramientas de pesca como anzuelos simples y múltiples, y pesos para las redes. También analizaron restos de pescados como atunes y tiburones, criaturas de aguas profundas que no podrían pescarse desde la orilla.
“Los restos de grandes peces pelágicos depredadores en estos sitios son indicativos de la capacidad para navegar mar adentro, y del conocimiento de las rutas de migración y estacionalidad de esas especies”, afirman. Por otra parte, la identificación de las herramientas de pesca “indica que necesitaban sogas y líneas de pesca bien fuertes y resistentes para atrapar animales marinos”.
Hábiles navegantes
Estos hallazgos apuntan a actividades marítimas avanzadas decenas de miles de años antes de que los polinesios llegaran a la remota isla de Pascua. Y también sugiere que “las migraciones prehistóricas en el sudeste asiático involucraron a hábiles navegantes equipados con el conocimiento y la tecnología para viajar grandes distancias hasta islas remotas, en aguas profundas. No se trataba de frágiles balsas de bambú que pasivamente se dejaban llevar por las corrientes marinas”, explica la declaración del Ateneo de la Universidad de Manila.
Mirando al futuro, los investigadores han formado equipo con arquitectos navales de la Universidad de Cebú para tratar de reconstruir aquellas embarcaciones con los mismos materiales de los que disponían los habitantes del sudeste asiático en la Edad de Piedra.
Es importante señalar que la evidencia sobre la que basan sus afirmaciones Fuentes y Pawlik es indirecta, y requiere de conjeturas importantes. Pero su trabajo brinda alguna explicación al misterio de cómo pudieron los pueblos prehistóricos cruzar los mares profundos y colonizar las islas del sudeste asiático antes de que lo hicieran los ejemplos de colonización más conocidos.
Este artículo ha sido traducido de Gizmodo US por Lucas Handley. Aquí podrás encontrar la versión original.
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