Miles de trabajadores furiosos del consorcio automovilístico Volkswagen realizaron una huelga de cuatro horas en toda Alemania. Se congregaron en la sede de la automotriz en Wolfsburg y exigieron que se descarten los planes de recortes salariales y cierres de plantas.
En los discursos del comité de empresa y de los representantes del sindicato IG Metall, los trabajadores, recibieron la noticia de que si la dirección de la empresa no tomaba medidas, el nuevo año vería una escalada como nunca antes.
Volkswagen está en una amarga disputa destinada a contrarrestar los altos costos en Alemania y la entrada en Europa de rivales asiáticos enormemente más baratos. El sindicato ha planteado un sendero de negociación para ahorrar mil 500 millones de euros en costes laborales si la compañía renunciaba al cierre de plantas.
La huelga coincide con la reanudación de las negociaciones para la revisión del convenio colectivo, ya que trabajadores y directivos de la compañía se reunirán esta tarde después de que el último encuentro culminara sin avances debido a que la empresa consideró insuficiente la propuesta de ahorro de IG Metall.
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