“La verdad es que a priori no parecería ser un modelo muy distinto al que ocurrió en la década del 90, que terminó con resultados magros y fue el que requirió la estatización posterior a partir del 2015”, expuso en declaraciones a CNN Radio.
Asimismo, remarcó que “el sistema ferroviario en el mundo prácticamente ha descartado la administración privada sobre todo en pasajeros, debido a que requiere una inversión muy grande que generalmente el privado no logra obtener la rentabilidad necesaria”.
“Para poder sobrellevarla, los Estados invierten, generalmente planifican. En el mundo son gestionadas por empresas públicas, que no necesariamente tienen que ser empresas en el Estado, pueden ser sociedades anónimas como era el caso es el caso de Belgrano Cargas y Logística, con mayoría accionaria del Estado y ahí están los ejemplos internacionales más relevantes como España, Alemania, cualquier gran empresa de Europa y Estados Unidos”, graficó.
El especialista en Política y Planificación del Transporte explicó que “el ejemplo lo tenemos cruzando la Cordillera de los Andes, que es Chile, que está haciendo una fuerte inversión en transporte ferroviario en los últimos diez años”.
“En Argentina, al depender de las decisiones del Estado, el poder ejecutivo generalmente da volantazos que no permiten la previsibilidad y la sostenibilidad que los sistemas ferroviarios requieren”, acotó.
Además, destacó que “cuando uno analiza qué es lo que da ganancia en los sistemas ferroviarios, entiende que son los ingresos complementarios, o sea los negocios que pueden hacer las redes desarrolladas en las estaciones de Europa, y son grandes centros comerciales de pasajeros donde hay desde hoteles a restaurantes, corredores gastronómicos”.
“Sorprendentemente vemos el anuncio del Gobierno, sin mayores datos, que va a deshacerse de la infraestructura y de ciertos gastos, por lo menos en el corto plazo, pero que la experiencia internacional demuestra que en el largo plazo el estado termina invirtiendo más dinero con estos modelos”, anexó Conditi.
Finalmente, manifestó que “el modelo más claro es Inglaterra”, donde “el Rey acaba de anunciar la reestatización del sistema después de 30 años”.
“El camino a seguir debería ser el pensar cómo optimizar las empresas públicas en base al modelo internacional y pensar un modelo a mediano y largo plazo del ferrocarril que permita mejorar no solo la conectividad de las personas sino la producción de sector productivo de Argentina”, completó.
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