A pesar de la desaceleración en la evolución de los precios, el derrumbe de la actividad y consumo no encuentra piso. La explicación es la agudeza del cuadro recesivo.
Estos guarismos del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IpyPP) corresponden a un ejercicio de simulación del comportamiento de la tasa de pobreza oficial que descuenta el efecto ingresos del aguinaldo.
A pesar de la desaceleración en la evolución de los precios, el derrumbe de la actividad y consumo parecen no encontrar piso. La mayoría de los conceptos que monitorean el consumo masivo y la masa de ingresos de los sectores populares mantienen al mes de julio caídas interanuales de dos dígitos.
En tanto, la reducción de la tasa mensual de inflación a un cuarto de lo que era en el primer trimestre (15 % en el primer trimestre versus 4 % en julio) redundó en una caída de la tasa de pobreza de apenas 4,7 puntos.
En concreto, la desaceleración del proceso inflacionario parece no contribuir en un ritmo equivalente a la mejora de los indicadores de condiciones de vida y la explicación se encuentra en la agudeza del cuadro recesivo.
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