A lo largo del juicio, que comenzó en junio, Uliarte se mostró fuera de sus cabales como estrategia para evitar ser condenada por el hecho. En julio, cuando era su turno de declarar, no pudo responder las preguntas y, en pocos minutos pidió suspender su declaración. Sin embargo, una evaluación psiquiátrica realizada el 23 de agosto dio cuenta de que la acusada “se encuentra vigil. Orientado en tiempo y espacio”.
El informe agrega que el “curso del pensamiento” de Uliarte es “normal” y “sin ideas patológicas delirantes ni depresivas”. “No se detecta ideación suicida, ni riesgo cierto ni inminente ”, especifica el estudio que indica que la detenida “manifiesta ansiedad e hipobulia”. El informe dice que Brenda “puede reintegrarse a alojamiento común designado”, al dar el alta de la sala de asistencia médica.
ESTUDIOS PSIQUIÁTRICOS
El abogado de Uliarte, Alejandro Cipolla pidió al tribunal de la causa que sometiera a su defendida a un peritaje psicológico y psiquiátrico para determinar su estado de salud mental. En su momento, la fiscalía y la querella se opusieron.
Uliarte fue sometida a un control por teleconsulta y el informe no arroja un resultado como para que sea declarada inimputable, sino todo lo contrario, según consignaron las fuentes consultadas. Su abogado introdujo el tema de la medicación que toma Uliarte, algo que también fue consignado en el informe médico.
La teleconsulta sobre la salud psiquiátrica de Uliarte dice además que se suspende el plan inyectable y que puede reintegrarse al alojamiento común.
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