Uno de ellos, Hipólito Yrigoyen esgrimió que como acompañante electoral les tocó vivenciar en los centros de votación y en los distintos barrios que les tocó visitar, la total tranquilidad con que la gente fue a votar, la total armonía para transitar sus calles.
Como absolutamente trasparente genuino y protagónico calificó el proceso el observador argentino Andrés Bercum.
“Vimos a un pueblo que se movilizó desde tempranas horas, para decidir su voluntad y su proyecto, ratificar la revolución bolivariana. La propia oposición reconoce que pudo participar democráticamente. Recordemos que la mayoría de los candidatos convalidaron el resultado”, destacó.
Un ataque sistemático por parte del gobierno de Javier Milei, contra el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, que incluso ofreció la embajada argentina como un bunker para desestabilización del gobierno de Nicolás Maduro y que al día de hoy han retirado los cuerpos diplomáticos, de las embajadas en Buenos Aires y Caracas, cortando todo vínculo diplomático y al mismo tiempo, no reconoce la victoria de Nicolás Maduro, sino que lo hace en favor del candidato de la oposición.
Un sabotaje electoral que incluyó focos de violencia extrema, luego de la derrota de la oposición.
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