(22/08/24 - Diputados de la Nación/Seguridad)-.La oposición logró convocar una sesión especial que resultó en el rechazo del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 656/2024, el cual buscaba ampliar los fondos reservados para la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE). Este DNU, emitido por el presidente Javier Milei, había establecido un presupuesto general de $100.000 millones para "el fortalecimiento de la SIDE", con la particularidad de que estos fondos se clasificarían como reservados, exentos de rendición de cuentas sobre su destino.
El rechazo del DNU surge tras un esfuerzo inicial fallido en la Comisión Bicameral de Inteligencia, donde la oposición no pudo concretar su rechazo. Argumentaron que el DNU no cumplía con los requisitos de transparencia y control necesario para el manejo de fondos públicos.
El rechazo del DNU surge tras un esfuerzo inicial fallido en la Comisión Bicameral de Inteligencia, donde la oposición no pudo concretar su rechazo. En su lugar, los bloques de Unión por la Patria, Encuentro Federal, y Coalición Cívica, con el apoyo del Frente de Izquierda y ciertos sectores de la Unión Cívica Radical y del PRO, lograron reunir el quórum necesario para convocar la sesión especial en la Cámara de Diputados. La oposición consideró que alrededor del 80% de los fondos asignados ya habían sido utilizados sin una adecuada justificación.
Durante la sesión, los diputados de la oposición argumentaron que el DNU no cumplía con los requisitos de transparencia y control necesario para el manejo de fondos públicos. Gabriel Bornoroni, presidente del bloque de La Libertad Avanza, y Nicolás Mayoraz, su compañero de bancada, insistieron en que el DNU debería ser tratado en la Comisión Bicameral, donde el oficialismo había dilatado su consideración. Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, apoyó esta visión y denunció presiones para evitar el quórum o para que los diputados se retiraran de la sesión, afirmando que dichas presiones incluían a agentes de inteligencia.
En este marco, el rechazo del DNU representa un desafío para la administración de Javier Milei, ya que pone en evidencia tensiones internas en el Congreso y la falta de consenso en torno a las políticas de seguridad y manejo de fondos reservados. La oposición ha utilizado esta victoria para demostrar su capacidad de coordinarse y actuar de manera efectiva contra las iniciativas del Ejecutivo que consideran problemáticas en términos de transparencia y control fiscal.
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