(12/07/24 - Gestión Milei/Ajuste)-.Un informe del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación remarcó que la inversión en el sector será la más baja desde 2003, con caídas de hasta 66%. "En la práctica implica la desarticulación del sistema", advirtieron.
El lunes, mediante el Decreto 594/24, el Gobierno determinó la ampliación de los créditos presupuestarios en alrededor del 70% para el sistema científico, algo que parecía una buena noticia ya que la ejecución del presupuesto prorrogado del 2023, ya casi alcanzaba el 100% a finales de junio, pero sólo expone una cruel realidad argentina: Javier Milei aplicó en la ciencia y tecnología nacional el peor recorte de la historia del país.
Así lo reveló el nuevo informe del grupo Economía, Política y Ciencia (EPC, del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación, Ciicti), que señaló que “las caídas reales suponen un descenso acelerado de la inversión, los salarios y el gasto”. “De prosperar este diseño, los salarios, la inversión en bienes de capital, equipamiento e infraestructura, el apoyo a las universidades y los organismos de ciencia y tecnología tendrán caídas consolidadas de entre el 25% y el 33% real, con casos extremos rondando el 66% de declinación”, advirtieron.
Para Nicolás Lavagnino, de EPC, esto modifica el criterio de referencia con el ‘Informe de Avance’, donde dice cuánto cree que va a ser la inflación, cuánta la actividad, y a partir de eso amplía el presupuesto. "Así, da a conocer su intención, aunque después ocurra otra cosa (en general, peor). La ‘intención o diseño presupuestario’ emerge de la concatenación del Informe de Avance y del decreto del presupuesto con el que quieren llegar a fin de año. Ahí, lo que se puede ver es que si les salen bien los cálculos y hay un 140% de inflación, los salarios en el sistema científico van a caer entre un 25 y un 30%, y el presupuesto de la Agencia I+D+i, un 65%". "Esto es algo que veníamos viendo, solo que ahora ya no es una proyección y ya no son únicamente los datos de ejecución del primer semestre, sino que es lo proyectado a partir del presupuesto disponible y los parámetros macroeconómicos que el gobierno quiere lograr. Es decir, es lo que desean que ocurra”, apuntó.
Así, en términos presupuestarios, la “función ciencia y tecnología” caería un 33% real, y cada organismo perdería peso en la inversión de capital, la infraestructura y el desarrollo de diversos proyectos. “Por ejemplo, la Agencia, que es casi todo transferencia de gasto de capital, prácticamente desaparece –subraya Lavagnino–. Lo mismo ocurre con el ex Ministerio de Ciencia. Los organismos que representan puro salario son los que menos caen”.
De acuerdo con este plan, por ejemplo, el presupuesto de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales caería más del 50%. Allí, la actualización es para pagar sueldos y gastos corrientes (lo que se conoce como “inciso uno”), que ya estaba agotado en casi todos los organismos.
“El llamado ‘inciso cinco’, que incluye las transferencia a las universidades para gastos corrientes y de capital, y los planes Equipar y Construir, cae un 61% real de acuerdo con el plan", advirtió Lavagnino al tiempo que señaló: "Uno se acostumbra a números tan enormes que 24 o 30% parece poco. Pero hay que recordar que la reducción de la función ciencia entre 2015 y 2019 fue del 28% en cuatro años. Y ahora caerá casi un 34% en un año”.
Cabe recordar que el porcentaje del PBI dedicado a ciencia y tecnología, ascenderá a apenas el 0,208 %, el más bajo desde 2003. “Sólo en 2002 fue del 0,17% , el mínimo de la ‘función’ en casi todo el período; hubo un solo un año que tuvo un desempeño similar en la década del 70”, aclaró Lavagnino. En contra del cumplimineto de la Ley de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (27614, sancionada en 2021), que establece un incremento progresivo y sostenido del presupuesto nacional destinado a la función ciencia y técnica para llegar a una inversión del 1% del PBI en 2032.
Además, Lavigno señaló que "el decreto del lunes tiene incorporada una ampliación del cupo del Fondo para la Economía del Conocimiento de 150 mil millones de pesos. Ese fondo, la mitad aproximadamente, había ido a grandes empresas como MercadoLibre y Globant, que son exportadoras de servicios del conocimiento y no generadoras de conocimiento. Ocurre lo mismo con la Ley de Financiamiento Educativo: la inversión debería rondar el 6% del PBI y la caída real de la ejecución en educación es el 50%”.
“Lo importante es que esto no sucede porque ocurrió algo que no se había contemplado. Nosotros habíamos notado que estaban apuntando a una reducción de salarios e inversión en la franja del 25 al 35%, pero hasta ahora manteníamos el beneficio de la duda, porque no se había votado un presupuesto", apuntó el informe y lamentó: "Pero cuando pasa la mitad del año, quien gestiona el Estado tiene que mandar al Congreso un ‘informe de avance’ en donde determina la línea para el semestre que arranca e indica cuáles son los parámetros para los años que vienen. Después puede ocurrir algo distinto, pero es lo que el gobierno querría que sucediera. Y en este caso, en la práctica implica la desarticulación del sistema”.
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