Poco más tarde, el ejército del régimen israelí se ha atribuido la autoría del ataque y ha alegado que tenía como objetivo un comandante del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), al que achaca la responsabilidad del ataque del sábado en la ciudad de Majdal Shams, en los ocupados Altos del Golán y de otras arremetidas letales contra objetivos israelíes.
Minutos después de que las fuerzas sionistas confirmaran que el ataque apuntaba a un comandante de Hezbolá, el ministro de asuntos militares del régimen de ocupación, Yoav Gallant, ha emitido un comunicado en el que acusa al grupo libanés de “cruzar las líneas rojas”.
Según reportes desde Beirut, el edificio atacado por las fuerzas de ocupación israelíes se ha derrumbado. La estructura está ubicada en la zona de Haret Hreik de un barrio en el sur de Beirut (Dahiie) y es adyacente al Hospital Bahman, que también ha resultado dañado. Las ambulancias han transportado a varias víctimas.
El Ministerio de Salud libanés ha anunciado en un balance preliminar que cuatro civiles, entre ellos dos niños, murieron y 74 personas resultaron heridas en la agresión israelí, agregando que la búsqueda de personas desaparecidas continúa.
Los libaneses han organizado marchas en la capital en apoyo a la Resistencia tras la agresión israelí.
Tres fuentes de seguridad israelíes, en declaraciones a la agencia británica de noticias Reuters, han identificado que la operación aérea apuntaba al comandante de Hezbolá Fuad Shukr, también conocido como Haj Mohsin, un importante asesor del secretario general del movimiento llbanés, Seyed Hasan Nasralá.
Informes han asegurado que la ofensiva israelí ha fracasado en su objetivo de asesinar a Fuad Shukr, no obstante, ha dejado varias bajas entre los civiles.
El ataque israelí se produce en momentos en que escala la tensión en la zona sur de la Palestina ocupada, a raíz de un misil que cayó en un campo de fútbol en la región de Majdal Shams, en los altos del Golán sirios, ocupados por Israel, causando la muerte a 12 personas y decenas de heridos.
El régimen de Israel se apresuró a responsabilizar a Hezbolá del ataque, acusación que rechazó rotundamente el movimiento de Resistencia libanés.
En esta línea, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió de que Hezbolá “pagará un alto precio por este ataque”, mientras que el ministro de exteriores del régimen alertó que “el momento de una guerra total” con el grupo, se acerca.
La Resistencia libanesa asegura que el misil caído en el campo de fútbol fue disparado desde el sistema antiaéreo israelí Cúpula de Hierro.
Hezbolá e Israel están enzarzados en escaramuzas casi diarias desde el 8 de octubre, un día después de que el régimen sionista iniciara una brutal guerra en la Franja de Gaza.
Recientemente, las autoridades de Israel han endurecido la retórica belicista, amenazando repetidamente con expandir la guerra contra Gaza al territorio libanés. Hezbolá, a su vez, ha dejado claro que no quiere un conflicto integral con Israel, pero está totalmente listo para ello.
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