(07/06/24 - Gestión Milei)-.El Presidente Javier Milei se definió como un “topo” y sostuvo que ser pridente “es como estar infiltrado en las filas enemigas. La reforma la tiene que hacer alguien que odie el Estado”. También se vanaglorió por “echar empleados públicos todos los meses”,
“Amo. Amo ser el topo dentro del Estado. Soy el que destruye el Estado desde adentro”, aseveró en una charla que concedió en San Francisco, Estados Unidos, al medio Free Press, publicada tanto en formato audiovisual como escrita.
“Es como estar infiltrado en las filas enemigas. La reforma del Estado la tiene que hacer alguien que odie el Estado y yo odio tanto al Estado que estoy dispuesto a soportar todo este tipo de calumnias, injurias, mentiras, tanto sobre mi persona como sobre mis seres más queridos, que son mi hermana, mis perros y mis padres, con tal de destruir al Estado”, puntualizó el líder libertario.
De todos modos, pese a ese odio, reconoció que debía meterse en “la arena política” y celebró estar encarando “el ajuste fiscal más grande de la humanidad”.
También se vanaglorió por “echar empleados públicos todos los meses”, puesto que “eso desde afuera no se puede hacer”. Y disparó: “Si yo me pusiera en una posición libertaria ridículamente purista no podría cambiar nada, le estaría regalando el terreno a los socialistas”.
“Yo he tenido que soportar calumnias e injurias de todo tipo. No solo contra mi persona, sobre mi hermana, sobre mi padre, sobre mi madre; han dicho cualquier tipo de barbaridades, se han metido con mis seres queridos, con todos. Hasta se han metido con mis perros, violando la Constitución Nacional, que dice que las acciones privadas están reservados a lo privado y a la conciencia y a la voluntad de Dios. Han sido tan sucios, tan inmundos, que hasta se han metido con mis perros. En ese sentido hay que tener mucho coraje”, reiteró Milei.
Por otra parte, reflexionó: “Yo decidí salir de la crítica y pelear a los socialistas de frente. Afortunadamente no solo estamos siendo muy exitosos en la Argentina, sino que además hemos expandido este supuesto ‘fenómeno barrial’ a todo el mundo”.
“¿O acaso desconocés lo que pasó después de que pasé por Davos? ¿O acaso desconocés lo que pasó luego de que estuve en Washington? ¿En el Instituto Milken o en Stanford?”, remató el mandatario.
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