El jefe del PRO evidenció su descontento con la situación política actual y, en tándem con Javier Milei, reafirmó su posición respecto a la importancia de un manejo responsable de los recursos públicos en beneficio de todos los argentinos.
"¿Hasta cuándo nos quiere seguir destruyendo la mala política?", se interrogó Macri, enfatizando su preocupación por la falta de responsabilidad de una mayoría de dirigentes políticos que, a su juicio, aprobaron un aumento del gasto previsional sin ofrecer un plan claro de financiamiento.
Recordando la oposición de estos legisladores al cierre y privatización de empresas estatales deficitarias, Macri subrayó su deseo compartido de mejorar las condiciones de vida de los jubilados, pero señaló que son ellos mismos quienes se oponen a reducir el gasto público irresponsable que, en sus palabras, conduce a la hiperinflación y perjudica tanto a los jubilados como al resto de la población.
En lugar de respaldar una ley que, según él, carece de fondos, el expresidente argumentó que los diputados deberían haber dado su apoyo a la Ley Bases, la cual habría permitido eliminar gastos innecesarios del Estado. Esta medida, según su visión, habría otorgado a los legisladores la autoridad moral necesaria para exigir justicia para los jubilados en momentos de superávit fiscal.
En línea con las críticas expresadas por el mandatario Javier Milei, Macri enfatizó que la división política no reside únicamente entre lo viejo y lo nuevo, sino entre lo malo y lo bueno en la política. En su opinión, los dirigentes que votaron a favor de la nueva fórmula jubilatoria han demostrado ser "cínicos e indiferentes".
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