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Condenaron a tres años de prisión en suspenso a un excapitán del Ejército por crímenes de lesa humanidad

(15/05/24 - Lesa humanidad)-.Julio Santiago Canteros, ex jefe de un destacamento, fue condenado por su participación en la desaparición del militante Raúl Arturo Figueredo, perpetrada en la localidad correntina de Alvear en 1977. El Tribunal Oral Federal de Corrientes fijó este martes la pena para el ex militar, luego de la orden de la sala II de la Cámara Federal de Casación, que había revertido un fallo absolutorio dictado en 2016 por el tribunal de juicio.

El Tribunal Oral Federal de Corrientes, compuesto por Manuel Iglesias, Roberto Manuel López Arango y Jorge Sebastián Gallino, fijó el pasado 30 de abril la pena de tres años de prisión en suspenso por crímenes de lesa humanidad para el ex capitán del Ejército Julio Santiago Cantero, en el marco del proceso de reenvío ordenado por la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, que, tras revisar la sentencia absolutoria dictada en un juicio oral en 2016, encontró responsable al imputado y dispuso que se lo condene.

De esta forma, los jueces del TOF condenaron a Canteros como partícipe necesario del delito de privación ilegal de la libertad agravada por abuso de sus funciones, violencias y amenazas contra Raúl Figueredo, quien era contador público y fue secuestrado y desaparecido el 30 de septiembre de 1977 de la casa de sus padres, ubicada en la localidad de Alvear, en el sur de la provincia de Corrientes.

Durante el secuestro de Figueredo, Canteros se desempeñaba como jefe del Destacamento de Vigilancia Cuartel “Alvear” con el cargo de Capitán del Ejército.

Vaivenes judiciales

En 2016, el Tribunal Oral Federal de Corrientes condenó al exjefe de la Agrupación “Mesopotamia Sur” de la Gendarmería Nacional de Curuzú Cuatiá, Domingo José Issler, al exjefe del Grupo de Artillería 3 de Paso de los Libres, Juan Carlos Medrano Caro y al exjefe de Sección de la Compañía de Ingenieros 3 de Monte Caseros, Julio Miguel Plazaola, por su responsabilidades respecto de crímenes cometidos contra doce víctimas, siete de las cuales pertenecieron a las Ligas Agrarias, el movimiento campesino de gran influencia en la zona tabacalera y algodonera que fue especialmente perseguido en diferentes localidades de la provincia de Corrientes, especialmente en Perugorría.

En esa oportunidad, el tribunal absolvió a Canteros, por lo que los representantes del MPF recurrieron esa decisión. Como consecuencia, en 2020, y en línea con el pedido de la fiscalía, la sala II de la Cámara de Casación Penal condenó a Canteros y reenvió la causa al tribunal de origen para que dicte la pena.

El tribunal revisor consideró entonces que Canteros era el único jefe militar que había en la localidad Alvear al momento de la desaparición de Figueredo y que, como tal, era totalmente improbable -dentro del funcionamiento represivo de la época- que otras personas pudieran presentarse en el lugar del secuestro sin el conocimiento del responsable de la única unidad militar que existía en la ciudad.

La defensa del exmilitar recurrió ese decisorio ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que desestimó finalmente el recurso pedido, por lo que el tribunal de origen (con composición diferente) realizó el pasado 30 de abril la audiencia para fijar la pena ordenada por la Cámara Federal de Casación.

Durante la audiencia, la querella y la fiscalía sostuvieron el pedido de 6 años de prisión en calidad de partícipe necesario que habían requerido durante el debate oral, y solicitaron que su cumplimiento en una cárcel federal fuera dispuesto de inmediato. Fundaron su petición en que Canteros nunca fue detenido durante todo el tiempo del proceso -que se extendió entre 2005 y 2024- y que a la hora de valorar la resocialización no mostró ningún signo de arrepentimiento, ni aportó información. También tuvieron en cuenta los dichos públicos de Canteros referidos a su adhesión al terrorismo de Estado, lo que le valieron una sanción disciplinaria en 1986.

La víctima del caso

Según informó la fiscalía, de conformidad con la prueba relevada en el proceso, Raúl Arturo Figueredo había nacido en 1942 en la localidad correntina de Alvear. Una vez que terminó el secundario, se radicó en la ciudad de Resistencia, provincia de Chaco, para estudiar la carrera de contador público nacional en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), de donde egresó en 1972.

Como estudiante militó en la Juventud Peronista y coordinó una comisión de apoyo a los familiares de presos políticos durante la dictadura de Alejandro Agustín Lanusse (entre 1971 y 1973). En efecto, alquiló un hotel abandonado para quienes viajaban desde otras provincias para realizar las visitas en la Unidad Penal N°7 de Resistencia.

También formó parte del Comando Tecnológico del Partido Justicialista junto a otros contadores y profesionales y fue secretario de Gobierno de la Municipalidad de Resistencia en 1973.

En 1976, Figueredo regresó a la localidad de Alvear donde organizó una cooperativa para el acopio de cueros, hasta su secuestro en 1977. Desde ese mismo día su padre, Rito Figueredo, y toda su familia lo buscaron incansablemente. Reclamaron por su paradero y solicitaron que se juzgara a los responsables.

Hoy una plazoleta de la capital chaqueña lleva el nombre de Raúl Arturo Figueredo. Está ubicada en la intersección de las avenidas Las Heras y Castelli, frente al Campus Universitario de Resistencia. Allí se lo recordó como egresado desaparecido de la UNNE en los actos del 24 de marzo pasado.

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