(31/03/24 - Iglesia Católica/Despidos)-.El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Ojea, emitió este sábado su tradicional mensaje de Pascua en el que se refirió a la situación económica- social que atraviesa el país y pidió evitar la indiferencia ante la cantidad de personas que fueron despedidas de sus trabajos en las últimas semanas.
Sus declaraciones fueron expresadas a través de un video, publicado en el canal de YouTube del organismo. En esta oportunidad, se trató de una grabación de una extensión de poco más de dos minutos y medio, en el que Ojea pidió a los ciudadanos argentinos tener sensibilidad con la “herida” de los desempleados.
En ese sentido, habló de la cantidad de gente afectada por la ola de despidos registrados recientemente en distintos sectores y contó que muchos de los afectados están recurriendo al organismo para pedir ayuda.
“Cuánta falta nos hace (la solidaridad) en este tiempo de emergencia, en este tiempo de crisis, en donde cuesta tanto la vida de cada día. ¡Cuánta falta nos hace la solidaridad! Hemos recibido últimamente en la Conferencia Episcopal grupos de personas que quedan sin trabajo, gente que queda como al costado del camino. Es tremenda esta herida”, expresó el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina en su mensaje.
Y agregó: “El día que nos gane la globalización de la indiferencia, el día que se nos endurezca tanto el corazón que no tengamos sensibilidad para estos hermanos y hermanas que quedan sin trabajo, ese día, no nos podemos llamar más cristianos. Ese día vamos a decir ‘nos ocupamos solamente de nosotros mismos, los demás, ¿qué importa?’. Pidámosle al Señor esta gracia de descubrir con una imaginación nueva la caridad cristiana”.
Hacia el final del video, monseñor Ojea señaló que su deseo para estas Pascuas es que los argentinos renueven la fe que los lleva a ser más responsables con la vida de los demás, reiterando su intención de mayor solidaridad con los más afectados en este contexto de crisis.
“Siempre la Pascua nos da una nueva creatividad para poder crecer en el amor, para poder crecer en la caridad. El Papa Benedicto nos enseñaba que la fe que es un don de Dios. La fe nos libera del aislamiento del yo y nos lleva a la comunión. Pero todo acto de fe es en sí mismo, y como tal encuentro con los hermanos. Es un acto que me lleva a ser más responsable de la vida de los demás”, expresó.
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