(05/02/24 - Sociedad)-.Con danzas tradicionales, comida típica y miles de asistentes, la comunidad china y vecinos de la ciudad de Buenos Aires festejaron la llegada del Año Nuevo Chino, el 4722 que representa el Dragón de Madera, en un evento con entrada libre y gratuita que se desarrolló en la Plaza Parques Nacionales Argentinos, en el barrio porteño de Belgrano. La icónica celebración, que comenzó este sábado y culminará este 17 de febrero, es la festividad más significativa de la comunidad.
El Año Nuevo Chino, la festividad más significativa para esta comunidad, se celebra en todo el mundo y con la llegada del Dragón de Madera se espera "un año de transformación y propicio para iniciar nuevos proyectos", explicaron los organizadores.
"Es el día festivo más importante de todo el año, es un momento de reunión familiar. Encarna la tradición china de paz, armonía y convivencia del ser humano con la naturaleza, son valores comunes", aseguró en la apertura de los festejos, el embajador chino en Argentina, Wang Wei, y valoró que "actualmente una quinta parte de toda la población mundial festeja y hace pocos meses, este día ha sido incluido en el calendario de feriado de Naciones Unidas".
"Vivimos en una aldea global, somos una gran familia, este festejo es una muestra concreta de que la celebración global abarca el intercambio cultural y el desarrollo común", aseguró el embajador, que vestía una camisa negra tradicional china.
"El dragón simboliza justicia, fuerza y valentía. Esperamos que este año el mundo pueda progresar y que todos los países puedan trabajar juntos por un mundo más próspero, seguro y justo", aseveró Wei.
Ante la ola de calor que atraviesa gran parte del país, el festival fue reprogramado para comenzar a las 17, donde a esa hora se entonaron los himnos nacionales de Argentina y China, para dar comienzo al evento.
Entonces, para comenzar, entraron bailando cinco dragones -que eran comandados por siete personas por debajo- a los que se les hizo el "clavado de pupilas", que constaba en pintar con pintura roja los ojos de los muñecos para "despertarlos".
"Nǐ hǎo", dijo la vicejefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Clara Muzzio, para saludar en chino a los presentes y sostuvo que "recibir el nuevo año es soñar en una nueva prosperidad y que un futuro mejor es posible".
"Buenos Aires es una ciudad de encuentro, que recibe distintas etnias y credos y que está llena de tradiciones que la hacen rica", aseguró la funcionaria, quien agregó que "abrazamos las distintas tradiciones y colectividades, bregamos que vengan turistas y estudiantes desde China".
Muzzio destacó que el Barrio Chino en Belgrano "es el símbolo de la comunidad china en Buenos Aires y es uno de los lugares turísticos más importantes de la ciudad".
Luego, los tambores comenzaron a sonar y los dragones bajaron del escenario, yendo hacia el público para que la gente pueda tocarlos, frente a la creencia popular que "dan buena suerte".
También se sumaron en el escenario cinco leones que hicieron una coreografía sincronizada, para dar paso luego a shows musicales de pop chino de la actualidad y también danzas tradicionales, donde bailarinas mostraron el arte del antiguo oriente.
Carolina Shang, vicepresidenta de Grupo Phoenix Dorada, uno de los organizadores del evento, explicó a Télam que "el baile de dragones es para ahuyentar a los malos espíritus, es una tradición china que se mantuvo desde hace mucho".
"El año del Dragón de Madera es porque hablamos de madera de un árbol, que está vivo, significa un año de transformación. El árbol en el invierno queda solo con ramas y en la primavera se llena de hojas, entonces uno ve ese cambio. Este año es de cambio, de atreverse a iniciar actividades nuevas", aclaró Shang, que vestía un qipao rojo, un vestido tradicional chino.
"Queremos abrir un camino de intercambio cultural, para que en el futuro lo sigan las generaciones venideras, logrando que nuestros compatriotas chinos disfruten junto al pueblo argentino de esta celebración tan especial", agregó.
El evento contó con más de 40 stands, en los que hubo propuestas gastronómicas típicas de china como pollo agridulce, chaw fan, arrolladitos primavera, chop suey, dan tat, bubble tea y repostería china, entre otros.
Los emprendedores también vendían objetos típicos chinos, como abanicos pintados y otras artesanías como dragones de madera.
En varios de los comercios se pudo observar el gato dorado de la suerte que mueve el brazo, mientras que otros exhibían muestras de caligrafía, ceremonias del té y libros de medicina china.
"Es un festejo muy importante para la comunidad a la que la veo cada vez más sólida, somos muchos, la mayoría somos comerciantes y trabajamos bastante", contó Diana Ye, 45 años, que fue voluntaria de la comunidad para organizar el evento.
"Todavía hay que fortalecer el cruce de culturas con la argentina, ya que son muy distintas, pero estamos en el buen camino", concluyó.
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