“Mientras esté vigente la institucionalidad del país (…), la posición del pueblo y el Gobierno boliviano se va a mantener en sus principios constitucionales”, ha subrayado.
A juicio de la diplomática, con la presión de las sociedades, de los pueblos y de la gente en las calles, que están cuestionando el genocidio que comete el régimen de Israel en Gaza, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) no puede seguir con el veto de ciertos países en el Consejo de Seguridad y poner una sordera a esta injusticia.
En cuanto al ataque de Israel al Hospital Al-Shifa y la tragedia que está ocurriendo en este complejo, la embajadora boliviana ha aseverado que Tel Aviv acudió al mismo modus operandi que hacía para bombardear los centros civiles, pese a que se ha demostrado que no es cierto la existencia de las instalaciones militares debajo del hospital.
Ramos ha precisado que Bolivia respalda cualquier esfuerzo en beneficio a la paz global, a los derechos del pueblo palestino y a las voces que están manifestando al nivel mundial.
El 31 de octubre, Bolivia anunció su decisión de romper las relaciones con Israel, condenando la desproporcionada agresión israelí a la Franja de Gaza.
La decisión determinante de Bolivia de cortar sus lazos con Israel llega tras reiterados llamados del pueblo boliviano durante las marchas realizadas tras la renovada agresión israelí contra Gaza. El exmandatario Evo Morales también se unió a esta demanda y pidió además catalogar terrorista a Israel.
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