(02/10/23 - Ecuador)-.Rafael Correa denunció el aumento vertiginoso de la violencia en Ecuador y lamentó el fracaso del derechista Guillermo Lasso en garantizar la seguridad del país. “Ecuador se desangra, pasó a ser uno de los países con más violencia de Latinoamérica, los asesinatos son a diario. Se ha tomado el Estado, es durísima la realidad”, criticó el sábado el ex presidente ecuatoriano (2007-2017) en una entrevista concedida a EFE.
Advirtió que el país andino, presidido actualmente por Lasso, atraviesa “los momentos más graves en materia de inseguridad y falta de democracia” por el aumento sin precedentes de los homicidios intencionales relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico.
La violencia arrecia en Ecuador desde que el candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado a balazos pocos días antes de las elecciones del 20 de agosto. La víctima había prometido acabar con la violencia vinculada al narcotráfico.
Correa, quien hablaba con EFE desde México donde asistió al IX Encuentro del Grupo de Puebla, se mostró optimista, sin embargo, de que el país vivirá un futuro mejor, en caso de que la candidata correísta Luisa González, del Movimiento Revolución Ciudadana, gane en el balotaje presidencial, que tendrá lugar el próximo 15 de octubre.
Aseguró que es “tiempo de las mujeres” y calificó a González de “una gran candidata, mucha más candidata que su opositor [Daniel Noboa]”. “Obviamente, nuestra propuesta es mucho mejor para el bien común, coherente, de acuerdo con nuestra realidad, mucho más sólida que la de nuestro oponente, que es bastante improvisada. Tenemos equipo, tenemos experiencia”, aseveró Correa.
Destacó que la popularidad de la candidata del correísmo ha ido aumentando frente a la del neoliberal Noboa, que se ha ido “a pique”, y a quien tildó de “niño rico que está cumpliendo caprichos”.
El conservador Lasso, quien en mayo pasado disolvió el Parlamento y convocó elecciones anticipadas en medio del juicio político al que está siendo sometido acusado de malversación, está en el ojo del huracán por su incapacidad en atajar la crisis de seguridad.
Ante la falla del Estado de emprender una lucha eficaz contra la violencia, ya muchos observadores sostienen que Ecuador se ha convertido en un narcoestado, donde los grupos ilegales se han infiltrado en todas las instituciones.
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