Desde finales del siglo V al II a.C., la parte suroccidental del voivodato de Silesia fue una de las pocas regiones de la actual Polonia donde se establecieron los celtas. En uno de estos antiguos asentamientos, el de Samborowice (datado entre los siglos III y principios del II a.C.), que está siendo excavado por los arqueólogos Jacek Soida, de la Universidad de Silesia, y Przemysław Dulęba, de la Universidad de Breslavia, acaba de llevarse a cabo un descubrimiento sorprendente: los dados más antiguos encontrados hasta la fecha en Polonia.
La pieza que han localizado los arqueólogos es un "cuboide" (un cubo de seis caras), que habría sido elaborado con hueso o asta de animal. Jacek Soida ha explicado que debido a la escasa probabilidad de que una vez lanzados unos dados de este tipo estos cayeran en los dos lados más pequeños, las caras más alargadas de las piezas son las que normalmente tenían los valores más altos: tres, cuatro, cinco y seis.
¿Verdadero o falso?
"Sin embargo, hubo excepciones a esta regla, como en el caso de los dados descubiertos en Samborowice, ya que las caras estaban marcadas solo con los dos valores más altos: cinco y seis. No estamos seguros de si se trata de una falsificación o de si el dado se empleaba para un juego que a día de hoy desconocemos", ha declarado Soida.
En realidad se han descubierto dados similares, principalmente en asentamientos de la Baja Austria, Bohemia y Moravia, pero "en asentamientos más pequeños, como el de Samborowice, es muy raro encontrar una pieza así. Aunque este no es el primer ejemplo de elementos para jugar hallado en este asentamiento. Hace unos años descubrimos fichas de cerámica que probablemente se usaban para algún tipo de juego", sigue explicando Soida.
"Se han descubierto dados similares principalmente en asentamientos de Baja Austria, Bohemia y Moravia", ha explicado Soida.
Otro de los descubrimientos realizados durante esta campaña de excavaciones en Samborowice es una fíbula de hierro, un tipo de broche decorativo utilizado para sujetar las túnicas. "A menudo se descubren fragmentos de broches en los asentamientos, pero muy raramente en tan buen estado, lo que hace de este un hallazgo único. Los objetos de hierro enterrados en el suelo sufren un deterioro considerable con el paso de los años debido a la corrosión", comenta el arqueólogo.
"En este caso, la fíbula había caído al fuego donde, debido a la alta temperatura, se formó una capa de cal en su superficie que protegió la joya de la corrosión. Por supuesto, todavía tenemos que eliminar capas de sinterizado mineral en varios lugares, pero bajo estas capas encontraremos metal intacto", ha afirmado Soida con convicción.
Edificios enterrados
Asimismo, en el transcurso de los trabajos de este año, los arqueólogos localizaron otros dos edificios que originalmente se encontraban enterrados en el suelo (los llamados "medios templos"). "En estos edificios, los celtas llevaban a cabo diversas actividades artesanales, como el tejido, la metalurgia del hierro y de los metales no férreos, la fabricación de cuernos y la alfarería. Así lo han demostrado los descubrimientos realizados en años anteriores", recuerda Soida.
En el transcurso de los trabajos de este año, los arqueólogos descubrieron otros dos edificios que originalmente estaban enterrados.
Los sucesivos hallazgos en el yacimiento aportan cada año más respuestas sobre la vida de los celtas en la zona, como por ejemplo el taller de tejido y los restos de un horno de cerámica que fueron descubiertos en los últimos años. "Cada descubrimiento, incluso los más pequeños restos óseos de animales o piezas de joyería o cerámica son importantes para nosotros porque recoger todos los pequeños detalles nos permite crear una imagen completa de esta comunidad. En los próximos años esperamos hacer nuevos hallazgos, entre otras cosas más restos de construcciones agrícolas", finaliza Soida.
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