(05/10/23 - Arqueología)-.El proyecto Taş Tepeler ha sacado a la luz la que, para los arqueólogos, podría ser la estatua pintada más antigua conocida hasta el momento. Se trata de un jabalí colocado sobre un pedestal en el que se grabaron diversos símbolos y que conserva parte de su policromía original. Además, en la cercana Karahan Tepe también se ha hecho el asombroso descubrimiento de la estatua de un hombre sentado, representada con gran realismo.
En octubre de 1994, el arqueólogo alemán Klaus Schmidt emprendió una misión de reconocimiento en el sur de Turquía para comprobar las excavaciones que se habían llevado a cabo en 1960 en una aldea cercana a Urfa por parte de un equipo de la Universidad de Chicago. Para Schmidt, el lugar no presentaba gran interés, aunque tenía una corazonada. Junto a su equipo, el arqueólogo siguió buscando, al principio sin éxito, pero, por fin, a 14 kilómetros de la actual ciudad de Sanliurfa, localizaron un montículo que los lugareños llamaban Göbekli Tepe (colina panzuda).
Los trabajos sacaron a la luz fragmentos dispersos de piedra caliza y una gran cantidad de astillas de sílex: "Mientras nos aproximábamos a la colina, la superficie comenzó a brillar. Era como una alfombra de miles de cristales de fuego: fragmentos de artefactos producidos por el hombre", diría Schmidt. Años más tarde, en 2019, Necmi Karul, un arqueólogo de la Universidad de Estambul, descubriría a tan solo 32 kilómetros de Göbekli Tepe (que es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2018), en la colina de Karahan, su ciudad gemela: Karahan Tepe, un lugar que para muchos investigadores es el primer poblado de la historia, datado en torno al año 9400 a.C.
La primera estatua pintada
Para estudiar estos y otros yacimientos se ha puesto en marcha el proyecto Taç Tepeler, cuyo objetivo es llevar a cabo excavaciones arqueológicas en los doce yacimientos del período Neolítico concentrados en la provincia de Sanliurfa. En el marco de este ambicioso proyecto, los arqueólogos acaban de descubrir en Göbekli Tepe (conocida como el "punto cero" de la historia), concretamente en la conocida como estructura D, una estatua de tamaño natural de un jabalí elaborada con piedra caliza y que aún mantiene sus colores originales como el rojo, el blanco y el negro.
Los arqueólogos del Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía creen que podría tratarse de la primera estatua pintada de la historia que ha sido documentada hasta la fecha. Los investigadores la hallaron sobre un pedestal decorado con un símbolo en forma de "H", una media luna, dos serpientes y tres rostros o máscaras humanas.
Trabajos recientes han sacado a la luz en Göbekli tepe una estatua de tamaño natural de un jabalí elaborada con piedra caliza.
Por su parte, Karahan Tepe también se ha posicionado en el centro de la noticia tras el hallazgo de una realista estatua de 2,3 metros de altura, una pieza que los arqueólogos consideran una de las estatuas más impresionantes del arte prehistórico. La figura, sedente, fue descubierta en el interior de un nicho y evoca la imagen de un ser humano fallecido con las costillas, la columna vertebral y los hombros plasmados con todo detalle.
Llama la atención el parecido de esta estatua con un relieve hallado en las excavaciones de Sayburç en 2021, ya que en ambos casos las figuras se representaron sosteniendo su falo con ambas manos. Asimismo, las recientes excavaciones en Karahan Tepe también han sacado a la luz la escultura de un buitre adosada a una pared y diversas placas de piedra esparcidas en el suelo, junto a la estatua que representa a la figura humana sedente.
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