Antes de ingresar a la Casa de Gobierno, Iglesias dijo en diálogo con Télam que la del 11 de septiembre de 1973 “es una referencia simbólica muy importante para la izquierda en todo el mundo”, y se manifestó por “recordar a Chile como un laboratorio político que influyó a todas las izquierdas del mundo”.
El actual presentador televisivo proclamó también la necesidad de que exista una “memoria democrática” para estas conmemoraciones frente a los avances de las derechas “que hacen apología de los golpes de Estado, de las torturas y de las violaciones a los DDHH”.
Según Iglesias, esos exponentes de derecha “no merecen ser considerados demócratas, ni en Chile ni en la Argentina, con (Javier) Milei, ni en España”.
Al respecto, abundó en que “hay un paralelismo entre las derechas de América Latina y España: “cuando los resultados de la democracia no les gustan, dejan de ser demócratas y liberales y adoptan formas reaccionarias y cuasi fascistas”.
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