"Somos un colectivo de militantes de derechos humanos que decidimos constituir el Archivo Popular de la Memoria, conformados hoy como asociación civil, que surge a instancias de la lucha permanente de nuestras Madres, Abuelas, organismos de derechos humanos, sobrevivientes y familiares, en la búsqueda de la verdad", manifestó Lucía Velázquez, integrante de la nueva organización.
En un acto que en el auditorio Eva Perón de ATE, familiares y sobrevivientes de la última dictadura militar presentaron el Archivo Popular de la Memoria bajo la consigna "la memoria es pueblo".
Velázquez sostuvo que "el reclamo histórico de la apertura de todos los archivos de la represión no ha tenido respuesta favorable por parte del Estado" y protestó que "como consecuencia, el pueblo aún no tiene acceso al conocimiento de la verdad".
"Como nuevo equipo de investigación independiente, apuntamos a establecer una nueva metodología de búsqueda que articulando la información disponible y la que surja nos conduzca a la verdad sin lo cual no puede haber memoria", explicó al leer el documento fundacional del Archivo Popular de la Memoria y detalló que comprenderá "el período que comienza en 1974 hasta el año 1983".
Además exhortó a que "la exigencia al Estado de la apertura de los archivos no debe cesar, al mismo tiempo que asumimos la tarea de avanzar en la investigación independiente".
"La impunidad biológica de los genocidas y su pacto de silencio también impiden al pueblo el conocimiento de la información buscada y obtener verdadera justicia. Sin verdad no se puede construir memoria", replicó Velázquez.
La activista de derechos humanos Mirta Israel señaló que se tomó la iniciativa de "construir este espacio autónomo e independiente" porque, dijo, "no abren los archivos" y destacó que "la existencia de la (nueva) asociación no invalida la exigencia al Estado: son dos luchas que van juntas".
Además, remarcó que la fecha de lanzamiento, que coincide con la Masacre de Trelew, fue elegida porque se quería "empezar la actividad recordando a ellos, que están delante nuestro y que nos marcan el camino", dijo en referencia a los 19 presos y presas políticas fusilados el 22 de agosto de 1972.
Otra de las oradoras, la integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Elia Espen, resaltó que "reclamar no es desestabilizar sino pedir lo que corresponde" e insistió en "poder decir lo que sentimos sin que nadie nos reprima, encarcele o desaparezca".
"No es callando contra la injusticia cómo construiremos un país libre y soberano", consideró mientras el auditorio comenzó a cantar "que abran los archivos".
Entre el público se encontraban la integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Mirta Baravalle, y la dirigente del MST-Nueva Izquierda, Vilma Ripoll.
"No tengo palabras más que la fuerza y la energía", dijo Baravalle con mucho esfuerzo al auditorio y exhortó: "Sigan adelante y transmitanle a nuestras generaciones siguientes lo que pasó acá en 1976".
El Archivo Popular de la Memoria se constituirá gracias al aporte técnico de la asociación Data Género, que según su integrante la socióloga Lena Fratini, "lucha por visibilizar la falta de datos con una perspectiva de género".
"Mediante el análisis y la sistematización de los datos disponibles podemos armar una base de datos para que los organismos de derechos humanos puedan consultarla e ingresar nueva información de una manera estructurada", explicó Fratini.
Y consideró la creación del Archivo Popular de la Memoria como "fundamental" para "resguardar nuestra historia y que la investigación reciente sobre la última dictadura no quede en el gobierno de turno".
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