(04/08/23 - Lesa Humanidad)-.El Tribunal Oral Federal (TOF) de La Rioja realizó hoy la duodécima audiencia del juicio que tiene como único imputado al ex gendarme Eduardo Abelardo Britos, acusado por el asesinato del dirigente campesino Wenceslao Pedernera y por delitos cometidos contra presos políticos en esa provincia durante la última dictadura cívico militar.
Los ex presos políticos que fueron detenidos y llevados al Instituto de Rehabilitación Social (IRS) de La Rioja durante el terrorismo de Estado, César Vergara, Argentina López, Graciela Boffelli y Nicolasa Aldana, brindaron esta mañana sus testimonios frente al tribunal conformado por los magistrados José Camilo Quiroga Uriburu, Mario Martínez y Juan Carlos Reinaga.
Boffelli fue detenida con cinco meses de embarazo el 31 de marzo de 1977 y fue llevada al IRS, donde pudo ver a Britos a cara descubierta, quien luego estaría "siempre en la zona de torturas", detalló la diócesis de La Rioja -querellante en la causa- en un comunicado.
"Una vez me llevó Britos a ver a mi esposo que estaba en un estado de delirio místico, muy mal. Me contó que Britos y el (ex gendarme) Báez lo habían molido a palos, temblaba entero. Me hizo muy mal verlo así, yo tenía unos seis o siete meses de embarazo, pensé que tendría a mi hijo ahí", relató la sobreviviente.
También dio cuenta sobre una situación que definió como de "un estrés permanente" y que mientras el trato con las celadoras "era bueno", señaló que "todo el maltrato venía de parte de las fuerzas de seguridad y en el galpón del fondo".
"Llegaba un auto y sabíamos que eran torturadores, había del ejército, policía, policía federal y gendarmería", detalló Boffelli quien fue trasladada a la cárcel de Devoto siete meses después de dar a luz a su hijo.
López estuvo detenida en el IRS desde el 16 de febrero al 8 de octubre de 1976 para luego ser trasladada también a Devoto, donde estuvo privada de su libertad hasta el 29 de agosto de 1980.
"Descubrí desde el primer día la presencia de Britos. Tenía necesidad de mostrar poder y cambiar totalmente nuestras condiciones de vida. Él dirigía una patota con (Eulogio) Vilte, (Miguel Ángel) Chiarello, y (Pedro Jesús) Ledesma. Nos hacían salir de la habitación y nos amenazaban con darnos un tiro a cada una porque ellos pertenecían al ala dura de la fuerza", rememoró López.
La sobreviviente del IRS declaró además que fue abusada "en el galpón de tortura" al igual que "muchas otras compañeras, entre ellas, menores".
"Tenía 23 años y me violó el teniente (Alfredo Eugenio) Marcó del ejército. Me dijo que 'declarara así me iba en libertad'. Yo le dije que no, que no tenía nada para declarar; querían que dijera que era del ERP y yo sólo hacía trabajos sociales en los grupos juveniles", detalló.
López militaba en la Pastoral Social del Obispo Enrique Angelelli y era catequista del Padre Antonio Gil. Durante las torturas solían preguntarle qué relación tenía con Angelelli, "si tenía armas" y también por monjas y curas que participaban de su pastoral.
"Angelelli era el respaldo que teníamos, quedamos totalmente huérfanos cuando lo mataron, temimos que iba a suceder lo peor porque se habían atrevido a matar al obispo", sostuvo.
Vergara estaba en sexto año de la Escuela Industrial cuando fue detenido el 14 de abril de 1975 junto a su padre Justino y su hermano Norberto.
"Al principio el régimen era tranquilo pero con el golpe de estado todo pasó a ser terrible, atropellos, golpes, traían gente arrastrándola y el que estaba al frente era Britos que recorría las celdas con una patota y nos amenazaba", declaró Vergara frente al tribunal.
Además contó que eran torturados e indagados en el galpón del fondo, al que llamaban "Luna Park" porque "ahí pegaban".
"Los gendarmes se alcoholizaban por las noches y salían a 'divertirse' con los presos tratándolos mal, todo bajo la responsabilidad de Britos. A mí me dieron un golpe en la nuca que me dislocó las cervicales y aún lo sufro", describió.
En el caso de Aldana, la tuvieron presa siete días en la sede de gendarmería de Chilecito, dado que buscaban a sus hermanos Ana Silvia y Cristóbal.
"Se llevaron de rehén a mi hermana. Esa noche revolvieron todo, me preguntaron si tenía el libro 'La Razón de mi vida' que yo ni conocía. Ni yo ni mi familia andábamos en nada malo", declaró Aldana.
A su hermana Ana Silvia la trasladaron del IRS a Buenos Aires porque -según declaró la testigo- se "negó a firmar una declaración en donde decía que era terrorista, pero antes la torturaron desnuda en la celda hasta que la desvanecieron".
"Se decía que era Britos el que andaba por las casas llevando gente. Yo no podía pasar por el frente de gendarmería por el rechazo que sentía", concluyó Aldana.
La próxima audiencia será el jueves 10 de agosto, a las 9, donde se escucharán los testimonios de Nicasio Barrionuevo, José Cano, Diana Quiroz y Jorge Machicote.
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