"Tras escuchar los puntos de vista del sector, el gobierno aceptó un plazo de tres meses" para la introducción de certificados sanitarios y fitosanitarios, "así como controles aduaneros completos" para determinadas mercancías procedentes de Irlanda del Norte, detalló el gobierno en un comunicado.
Los controles físicos "sobre los productos de origen animal, los vegetales, los productos vegetales y los alimentos de alto riesgo de origen no animal procedentes de la UE" se aplicarán en abril de 2024, consignó la agencia de noticias AFP.
Posteriormente, en octubre de 2024 se aplicarán las "declaraciones de seguridad para las importaciones de la UE", indicó el comunicado.
El ministro de Finanzas británico, Jeremy Hunt, había dado luz verde a una quinta postergación en la materia, porque temía que los controles más rigurosos y otras formalidades se tradujera en un nuevo aumento de la inflación alimentaria, en plena crisis del costo de la vida en el país, explicó a el diario Financial Times.
En este sentido, la inflación en el Reino Unido es la más alta de los países del G7, con un 6,8% en julio.
Aunque el establecimiento de los nuevos controles sanitarios se retrasó en repetidas ocasiones desde la salida efectiva del país de la Unión Europea en enero de 2021, los exportadores británicos deben hacer frente a controles reforzados por parte de la UE.
El aplazamiento anunciado hoy se produce en el marco de la publicación de un nuevo "modelo operativo" destinado a establecer "la frontera más eficaz del mundo" e introducir "un nuevo régimen global de controles de seguridad y de bioseguridad", según el comunicado del gobierno.
Londres pretende simplificar la captura o el intercambio de datos y utilizar nuevas tecnologías, como los sellos aduaneros "inteligentes" o los trazadores GPS para "transformar la frontera británica reduciendo los costes y las cargas administrativas".
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