“Si alguien tiene responsabilidad de evitar el bloqueo es el PSOE. Ha perdido las elecciones. Sánchez se presentaba a la reelección y ha perdido y debería no obstaculizar que el PP consiga un Gobierno con serenidad y moderación”, afirmó la secretaria general del PO, Cuca Gamarra, en una rueda de prensa en el Congreso.
Sin embargo, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, también ante periodistas en el Congreso, dejó en claro que el PSOE no facilitará la investidura de Feijoó e ironizó con que el PP está "entreteniéndose" al "fingir que puede tener una investidura” para “esconder su fracaso” en las elecciones generales.
Los españoles votaron el domingo para renovar el Congreso, el cual deberá designar ahora a un nuevo presidente del Gobierno que logre reunir una mayoría en la Cámara de Diputados, condición necesaria para poder ejercer el poder en virtud de la forma de gobierno parlamentaria que tiene el país europeo.
El PSOE de Sánchez fue el segundo más votado detrás del derechista PP, pero quedó en mejor posición para formar Gobierno entablando alianzas formales o circunstanciales con otras fuerzas que le permitan tener mayoría en el Congreso o gobernar en minoría.
El potencial aliado del PP, el partido de extrema derecha Vox, sufrió una debacle electoral.
Con la negativa del Partido Nacionalista Vasco (PNV) a apoyar una investidura de Feijóo, la única posibilidad del PP de formar Gobierno pasa por una abstención del PSOE en una eventual votación de investidura del líder de derecha en el Congreso español, para lo cual primero el líder popular debe ser propuesto como candidato por el rey Felipe VI.
Sánchez tiene más apoyos para ser investido, siempre y cuando consiga la abstención del partido independentista catalán de centroderecha Junts per Catalunya (JxC), la formación que declaró la independencia de Cataluña de manera unilateral en 2017 luego de un referéndum secesionista ilegalizado por la Justicia española.
Consultada sobre la posibilidad de que Feijóo vaya a una investidura aunque sea fallida, recalcó que es “responsabilidad” del rey decidir a quién propone, pero subrayó que la “vocación” del PP y de su presidente es “trabajar” para conformar un gobierno “con estabilidad y moderación”, si bien reconoció que existe una "dificultad numérica".
Gamarra dijo que “España, lo que no se merece, es que se bloquee” políticamente, por lo que hizo un llamado a todas las fuerzas con representación parlamentaria a actuar con “responsabilidad”.
“Nosotros lo hacemos como primera fuerza y, por tanto, en ese planteamiento, el resto de formaciones deberían actuar con la misma responsabilidad”, agregó, informó el canal español RTVE.
Al ser consultada sobre si buscará, como dice Vox -que perdió 19 bancas en el Parlamento aunque sigue siendo la tercera fuerza-, el apoyo de algunos diputados socialistas por separado, Gamarra respondió que el PP “no ha conversado con diputados individuales”.
En este sentido, afirmó que “la misma noche electoral, Sánchez trasladó a Feijóo su disposición de establecer un contacto” una vez terminado el recuento del voto de los españoles en el extranjero.
Por otro lado, apuntó contra los independentistas catalanes, al afirmar que “no se negocia o se pacta un Gobierno con quien quiere una ruptura del gobierno ni con quien es prófugo de la Justicia", en referencia al líder de JxC, Carles Puigdemont, exiliado en Bélgica para evitar ser juzgado en España por la intentona separatista de 2017.
En las elecciones, el PP obtuvo 136 bancas de las 350 del Congreso, lejos de la mayoría absoluta de 176 escaños necesaria para gobernar en solitario, incluso con el apoyo de los 33 diputados que consiguió Vox.
El PSOE logró 122 bancas y sus aliados de izquierda Sumar, 31, por lo que juntos suman 153.
Este número podría estirarse a 172 si lograran aliarse con varios partidos catalanes y vascos que ya los sostuvieron en la legislatura pasada, apoyando de modo circunstancial al Gobierno en las votaciones en el Congreso, pero sin ser parte de la alianza formal entre el PSOE y el partido de izquierda Unidas Podemos, que fue absorbido por Sumar.
Su principal desafío es conseguir al menos la abstención de los siete diputados que sacó JxC.
En su conferencia de prensa en el Congreso, Bolaños aseguró que Feijóo no tiene posibilidades de ser investido y recordó que “algunos partidos directamente le cierran la puerta en las horas siguientes a recibir su llamada”, en referencia al PNV, que ha rechazado siquiera sentarse a negociar con el líder ‘popular’.
A juicio de Bolaños, el PP ha estado “durante años insultando y faltando el respeto” a otros grupos y resulta que “ahora Feijóo tiene una terrible soledad”, exceptuando la compañía de la “ultraderecha más extrema”.
Para lograr convencer al socialismo de que se abstenga y permita su investidura, Feijóo “ahora dice que el PSOE es un partido de Estado y constitucionalista tras todos los insultos y falsedades de los últimos años”, se quejó Bolaños, quien, sin embargo, opinó que “nunca es tarde” para cambiar de discurso.
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