(05/05/23 - Estados Unidos)-.Cuatro miembros del grupo de extrema derecha estadounidense Proud Boys implicados en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 fueron condenados hoy por "sedición", la acusación más grave que se imputó por este ataque, informaron medios locales.
Un tribunal de Washington había juzgado a cinco miembros de los Proud Boys por haber asaltado la sede del Congreso junto con otros simpatizantes del ex presidente republicano Donald Trump cuando los legisladores se disponían a certificar la victoria del demócrata Joe Biden en las elecciones de 2020.
El jurado no se puso de acuerdo sobre el cargo de "sedición" para el quinto acusado, pero los cinco fueron declarados culpables de obstruir el trabajo del Congreso, informó la agencia de noticias AFP.
Desde el asalto del 6 de enero de 2021, más de 950 partidarios de Trump fueron arrestados y acusados de sembrar el caos en el Congreso.
En otros juicios, concluidos en noviembre y enero, seis miembros de otra milicia de extrema derecha, los Oath Keepers, fueron condenados por sedición, sancionable con hasta 20 años de prisión.
Este cargo implica planificar el uso de la fuerza para oponerse al gobierno. Es difícil de probar y se usa muy pocas veces.
El juicio de los cinco integrantes de los Proud Boys, incluido uno de los jefes, Henry "Enrique" Tarrio, comenzó en diciembre.
Tarrio, ex presidente nacional de los Proud Boys, no estuvo en Washington el 6 de enero, pero era sospechoso de liderar el ataque y también fue condenado por "sedición".
Según medios locales, el 4 de enero de 2021, dos días antes del asalto, el ultraderechista había sido arrestado por quemar una bandera del movimiento Black Lives Matter que había arrancado de una histórica iglesia de la comunidad afroamericana durante una movilización previa.
Por este incidente se le prohibió el acceso a la capital.
Los otros cuatro estaban acusados de haber participado directamente en el asalto al Capitolio.
En un video, se puede ver a uno de ellos, Dominic Pezzola, con un escudo antidisturbios (robado a la policía) y rompiendo una ventana del Capitolio.
Los abogados defensores de los activistas de ultraderecha negaron que hubiera un complot para atacar el Capitolio o frenar el trabajo parlamentario, e incluso un abogado de Tarrio trató de desviar la responsabilidad hacia Trump, con el argumento de que el expresidente promovió el ataque cuando instó a la multitud cerca de la Casa Blanca a "luchar como el infierno."
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