Palenque, la antigua ciudad maya de Lakamha, y en la actualidad tal vez uno de los sitios arqueológicos más importantes y visitados de México, surgió en el siglo I a.C. en una meseta al pie del Yehmal K’uk’ Lakam Witz (que significa "La Gran Montaña del Quetzal Descendente"), que limita con las montañas de Chiapas y con el valle que llega hasta el actual estado mexicano de Tabasco.
Gran parte de la historia de Palenque ha podido ser reconstruida a partir de las inscripciones que exploradores y arqueólogos han descubierto en gran parte de sus monumentos. Gracias a ellas, los investigadores saben que la antaño poderosa ciudad fue gobernada por diversas dinastías desde el siglo V d.C. hasta el siglo VIII d.C. Además, su privilegiada situación estratégica le proporcionó el control del comercio de las tierras altas de Chiapas, así como de la tierras bajas del Petén y la zona costera del golfo de México.
Las costumbres funerarias mayas
En Palenque las excavaciones arqueológicas no se detienen, y ha sido durante unas tareas de salvamento arqueológico en la denominada Estructura CP3, unos trabajos que está llevando a cabo el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH) como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), en el contexto de la construcción del Tren Maya, cuando los arqueólogos han descubierto una cámara funeraria que contenía dos enterramientos.
Los arqueólogos han descubierto una cámara funeraria con un esqueleto humano completo
El primero contenía un esqueleto humano completo colocado boca arriba y orientado hacia el norte, una costumbre funeraria típica de las élites de Palenque. Asimismo, junto al cuerpo se han encontrado diversas figuras de jade verde y varios platos grandes de cerámica, que se dispusieron como ofrendas y que, según las antiguas creencias funerarias mayas, servirían para alimentar al difunto tanto en la vida como en la muerte.
Pero las labores arqueológicas en la cámara han sacado a la luz otro enterramiento, esta vez un entierro secundario en el que se han identificado los restos de una mujer que, según los arqueólogos, habría sido enterrada primero en otro lugar distinto para, posteriormente, ser trasladada a su nuevo emplazamiento, una ceremonia que los investigadores definen como de "reacomodo de los restos".
Entre los huesos de este entierro secundario, los arqueólogos han localizado un cráneo que no pertenece a la mujer identificada y que está siendo sometido a diversos análisis para intentar conseguir más información sobre la identidad de este individuo. Por su parte, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, ha declarado que las tareas de salvamento arqueológico en Palenque están prácticamente finalizadas, aunque, sin embargo, los trabajos de análisis e interpretación de los restos arqueológicos allí encontrados aún deberán continuar durante un tiempo.
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