(04/04/23 - Arqueología)-.Un equipo internacional de investigadoras ha descubierto en el sitio arqueológico de Pañamarca dos murales, de 1.400 años de antigüedad, en un salón ceremonial mochica, en los que se plasmaron unas curiosas figuras con dos caras, entre otras representaciones. A falta de un estudio más a fondo, las arqueólogas sugieren que las escenas podrían representar algún tipo de ritual de sacrificio de esta antigua cultura andina.
la costa norte del Perú fue el escenario donde entre los siglos I y VIII de nuestra era floreció un pueblo belicoso y sofisticado al cual se debe la fundación de la primera estructura política de la región. Eran los mochicas, una cultura que se caracterizó por sus grandes obras de ingeniería entre las que destacan canales de regadío, palacios, templos y unas enormes pirámides construidas en adobe, conocidas como huacas (término que significa "lugar de culto" en quechua).
Para conocer mejor la historia que cuentan estas imponentes construcciones, un equipo de especialistas del Proyecto de Investigación Arqueológica Paisajes Arqueológicos de Pañamarca (PIA), liderado por la arqueóloga peruana Jessica Ortiz Zevallos, en colaboración con Lisa Trever, de la Universidad de Columbia, y Michele Koons, del Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver (DMNS), ha llevado a cabo una excavación en el sitio arqueológico de Pañamarca, un complejo arquitectónico construido entre los años 550 d.C. y 800 d.C. en el valle inferior de Nepeña, en la región peruana de Ancash.
Unas extrañas figuras con dos caras
Las excavaciones en Pañamarca han sacado a la luz dos murales de adobe de 1.400 años de antigüedad en los que los antiguos mochicas representaron en un mismo pilar unas figuras con dos caras (una mirando a la derecha y otra, a la izquierda). En uno de los murales, una de estas singulares figuras sostiene un abanico de plumas y una copa de la que beben cuatro colibríes, un detalle que, según las investigadoras, podría aludir a algún tipo de ritual de sacrificio y a los "reinos cósmicos" de la cosmovisión mochica. En el otro mural, pintado más abajo, una figura similar sostiene un abanico de plumas y un bastón.
Las excavaciones llevadas a cabo por un equipo internacional de arqueólogas han sacado a la luz dos murales de adobe de 1.400 años de antigüedad.
Los personajes representados en los dos murales lucen lo que parece un tocado o una especie de corona en la cabeza y visten ropa colorida con patrones elaborados y unos cinturones de gran tamaño. Aparte de estos, se han encontrado otros murales en diferentes grados de conservación que muestran asimismo figuras individuales o escenas en las que se representa a varios individuos de pie junto a una serpiente antropomorfa.
Deidades no humanas
Pero ¿por qué los mochicas representaron de este modo a estos dos personajes? "Pañamarca fue un lugar de notable innovación y creatividad artística, con pintores que desarrollaron su conocimiento de los cánones artísticos de manera creativa y significativa a medida que la gente de Nepeña establecía su posición en el extremo sur del mundo mochica", ha explicado la historiadora del arte Lisa Trever.
"Pañamarca fue un lugar de notable innovación y creatividad artística de la cultura mochica", explica Lisa Trever.
Así, aunque el equipo de arqueólogas no lo puede aún afirmar con rotundidad, ambas figuras podrían representar divinidades. "Por lo general, las imágenes de deidades en el arte mochica presentan elementos no humanos como colmillos, rostros, colas o alas de varias criaturas. Estos, con la excepción de los dos rostros, parecen completamente humanos", ha señalado Trever.
La cosmogonía de los mochicas
Las investigadoras todavía están estudiando cuál pudo haber sido el uso de la estancia donde se encontraron los murales, aunque lo que sí es seguro es que no todo el mundo tuvo acceso a ella. "Ciertamente, este espacio no era de acceso público, dado lo angostos que son los pasajes y el espacio interior. Debe de haber sido un lugar muy especial para entrar, tal vez solo abierto para los líderes o ancianos de la comunidad en Pañamarca", puntualiza Trever.
Es poco probable que muchas persona hubieran tenido acceso a la estancia donde se encontraron los murales.
Estos magníficos murales fueron descubiertos en el mes de agosto de 2022, y han llamado poderosamente la atención de la comunidad científica. Por ejemplo, para Edward Svenson, director del Centro de Arqueología de la Universidad de Toronto, que no forma parte de este proyecto de investigación, la importancia de su descubrimiento radica principalmente en que su estudio puede ayudar a los investigadores a comprender mucho mejor la compleja cosmología y la narrativa religiosa mochica. De hecho, para Svenson, una de las posibles explicaciones de porqué los individuos representados en los murales tienen dos caras sería "que un mortal usa una máscara y, por lo tanto, se hace pasar por [lo] sobrenatural o se convierte en uno".
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