Medios locales informaron de ataques aéreos contra la aldea de Pazi Gyi, en el norte de Myanmar, en el que al menos 50 personas habrían resultado muertas.
El balance de fallecidos podría ascender a 100, según un paramédico de un grupo rebelde, que señaló la presencia de mujeres y niños entre las víctimas.
No se pudo verificar aún la autenticidad de los videos que circulan del lugar y muestran cuerpos sin vida en un terreno calcinado, en el que solo se sostenía la estructura de un edificio destruido por la explosión.
En el momento del ataque, varias decenas de personas se habían reunido para abrir una oficina de un grupo de las fuerzas de defensa locales.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk, dijo estar "horrorizado" por el ataque.
"Parece que entre las víctimas hay niños que estaban bailando", así como otros civiles, fallecidos en este ataque en el pueblo de Pazi Gyi, en el distrito de Kantbalu, indicó Turk en un comunicado en el que acusó a la junta militar de ignorar "obligaciones legales claras (...) de proteger a los civiles de las hostilidades".
Myanmar se encuentra atravesada por un violento conflicto entre la junta militar y sus oponentes desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, que derrocó a la dirigente civil y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
El ejército birmano está acusado del asesinato indiscriminado de civiles desde ese momento y el hecho de hoy fue condenado por el Gobierno prodemocrático en el exilio, al que calificó de “otro ejemplo de uso indiscriminado de la fuerza contra los civiles”.
El ataque de hoy se encuentra entre los más mortíferos desde el último, que tuvo lugar en octubre y mató al menos a 50 personas, cantantes y miembros de un grupo étnico minoritario en el estado de Kachin.
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