(30/03/23 - Lesa Humanidad)-.La querella y la Fiscalía pidieron hoy penas de prisión perpetua y de 24 años de cárcel, respectivamente, para tres represores de la última dictadura en el juicio que se les sigue en Córdoba por crímenes de lesa humanidad cometidos en 1979.
Los pedidos fueron efectuados en el proceso que lleva adelante el Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba a Ernesto "Nabo" Barreiro, Carlos Villanueva y Carlos Díaz, exintegrantes del Destacamento de Inteligencia 141 del Ejército y cuyo veredicto se conocerá el 11 de abril.
La querella de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación integrada por Claudio Orosz y Eugenio Biafore pidió la pena de prisión perpetua para los acusados, mientras la fiscalía general, con sus representantes Facundo Trotta y Carlos Gonella, solicitó de 24 años de cárcel prisión, aunque solicitó la unificación de esta condena pena con la de perpetua aplicada en la megacausa "La Perla", en la que los tres imputados ya fueron condenados con anterioridad.
La defensa, encabezada por la defensora pública oficial Natalia Bazán, solicitó la absolución y que se declare la insubsistencia de la acción penal por violación a la garantía de plazo razonable y la violación a las reglas del concurso de delito.
Los acusados afrontan cargos por "privación ilegítima de la libertad agravada", "imposición de tormentos agravados" e "imposición de tormentos agravados seguidos de muerte".
Las víctimas fueron José Jaime Blas García Vieyra, Nilveo Teobaldo Domingo Cavigliasso (fallecido) y Rubén Amadeo 'Pocho' Palazzesi, quien murió luego de sesiones de tortura y fue carbonizado dentro de un auto, simulando un falso intento de fuga.
Durante el juicio dieron su testimonio en calidad de testigos Cristina Guillén, esposa de Palazzesi; su cuñada, Stella Maris Palazzesi, quien además es viuda de Cavigliasso; Silvio Octavio Viotti, hijo del propietario de la quinta donde se habrían perpetrado las torturas, y George Saadé, cuñado de Palazzesi.
La semana pasada testificaron Consuelo Orellano de Ardeti, esposa del desaparecido Enrique Ardeti y compañera de militancia de Palazzesi, y Marcelo Ardeti, hijo de la mujer y de Enrique.
García Vieyra, en calidad de testigo y víctima de la dictadura, también dio su testimonio.
Los abogados de la querella Orosz y Biafore reforzaron lo acontecido en agosto de 1979, fundado en la instrucción y en el relato de testigos y la víctima que participaron de las audiencias anteriores.
Orosz hizo hincapié además en lo acontecido en el "campo de detención, tortura y exterminio, conocido como la Quinta de Guiñazú", donde la semana se realizó una inspección ocular y que García Vieyra reconoció como el sitio donde estuvo prisionero.
"Reconoció hasta el lugar a donde le ataban las manos", describió Orosz en su alegato.
En tanto Biafore acotó: "Todos los que torturaron a Palazzesi nunca dejaron de prever que ese ensañamiento le produjera la muerte, todos son partícipes de homicidio agravado".
Orosz agregó que "por un pedido de las organizaciones de derechos humanos y las víctimas queremos referirnos directamente al cumplimiento de las sanciones de las prisiones domiciliarias, de los apartamientos de los períodos de libertad condicional".
El fiscal Gonella inició su alegato con la referencia: 'Al fin te agarramos Pochito' que es la frase que utilizó García Vieyra para recordar cuando fue detenido junto a Palazzesi y que la contó en este juicio.
"Esa frase contiene el sentido del plan sistemático de persecución de personas por motivos políticos durante la última dictadura. Por eso elegimos esa frase", resaltó el fiscal, a lo que agregó que "los hechos y la participación de los imputados están acreditados".
Mientras que el fiscal Trotta rescató parte del testimonio de García Vieyra, destacando que "la víctima calificó a los autores de las torturas como 'las hienas'. Y destacó que a Palazzesi lo torturaron hasta matarlo y "en sus últimos suspiros nombró a sus hijos sabiendo que se moría".
Tras la muerte de Palazzesi se informó oficialmente que el deceso se había producido durante un traslado desde Córdoba a Buenos Aires, y que en una parada los custodios bajaron del vehículo y el detenido quiso escapar, pero como estaba esposado chocó y volcó el auto que luego se prendió fuego.
Aunque a raíz del testimonio de Cavigliasso y de García Vieyra, Palazzesi murió en la misma Quinta de Guiñazú por reiterados maltratos, golpes y aplicación de picana eléctrica, por más de 10 días.
Mientras que la defensa de Bazán hizo hincapié en la extensión de la causa, destacando que la instrucción de la misma comenzó en 2010 y que los acusados afrontan cargos en su contra desde 2008.
"Hace más de 15 años que estamos con los mismos imputados con hechos que ya se conocen las pruebas y las denuncias", fundamentó la letrada, y consideró que "nunca un juicio duró tanto para condenar hechos de terrorismo de Estado".
"La instrucción de esta causa es de 2010. Todos tienen perpetuas en su haber, más condenas temporales, es decir que la sanción penal por hechos de terrorismo de estado existió, existe y la están cumpliendo", agregó.
Mientras que la fiscalía replicó esa postura de la defensa, enumerando una serie de juicios contra jerarcas nazis, luego de haber pasado, en algunos casos, hasta 80 años desde los hechos.
El tribunal de enjuiciamiento integrado por los camaristas Julián Falcucci, María Noel Costa y José Fabián Asís receptó los alegatos y los pedidos de condena y llamó a un cuarto intermedio hasta el próximo martes 11 de abril, día en el que se otorgará la última palabra a los imputados en la mañana, y horas más tarde se conocerá el veredicto.
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