La capital bonaerense, por su actividad universitaria y gremial, fue una de las ciudades más diezmadas por la dictadura, por lo que la marcha de esta tarde, que se realizó un día antes para permitir que mañana la gente pueda participar de la tradicional movilización en la Capital Federal, fue multitudinaria y contó con la presencia de familiares de desaparecidos.
Los parientes de las víctimas custodiaban una larga bandera con las fotos de quienes padecieron la represión ilegal en la ciudad de La Plata.
"A 47 años del golpe militar que dio inicio a la dictadura cívico-militar- eclesiástica más sangrienta de nuestra historia marchamos por los 30 mil y a los 40 años de la recuperación democrática seguimos en las calles en defensa de la democracia porque la democracia hoy está en peligro. El poder económico concentrado saquea al pueblo y los recursos de la patria y un poder judicial a su servicio encarcela y persigue dirigentes políticos, sociales, sindicales y populares", se expresó en un documento leído al concluir la marcha en la Plaza Moreno de La Plata.
Además, se denunció que el Poder Judicial "busca condicionar las elecciones presidenciales con atentados, condenas y la proscripción de Cristina Fernández de Kirchner".
Columnas de agrupaciones estudiantiles, políticas, gremiales y sociales se concentraron en la Plaza San Martín, en cuyo monumento central están pintados los pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo, ya que en este espacio público también las madres platenses se reunían para reclamar por sus hijos.
Además, los manifestantes reclamaron "cárcel común y efectiva para todos los genocidas, la recuperación de los 400 nietos y nietas apropiados, la aparición con vida de Jorge Julio López y a 30 años de la desaparición de Miguel Bru seguimos exigiendo que nos digan dónde está Miguel", en alusión al estudiante torturado hasta morir por policías bonaerenses, en agosto de 1993, y cuyo cuerpo no fue hallado.
Rubén López, uno de los hijos del albañil Jorge Julio López, que desapareció en el 2006 tras testificar contra el genocida Miguel Etchecolatz, expresó a Télam que "me llama la atención en la marcha la cantidad de pibes y pibas que hay acá, me emociona porque es el futuro. A ellos tenemos que contarles lo que vivimos para que tengan herramientas".
"A 47 años del golpe seguimos reclamando por juicios (de lesa humanidad) y en lo personal reclamo por los 17 años de la desaparición de mi viejo en democracia, por eso estamos acá y mañana estaremos en la Plaza de Mayo" en Buenos Aires, destacó.
Claudia Favero, hermana de Daniel Favero, poeta desaparecido durante la dictadura, reflexionó ante esta agencia que "no es un 24 de marzo más, este año nos encuentra en un año electoral con una proscripción de por medio. El lema es por una justicia mejor para Cristina y para el pueblo".
"Que aceleren los juicios de lesa humanidad porque el tiempo pasa y los genocidas se mueren y que cesen las prisiones domiciliarias. No puede ser tantos años de impunidad y están en la casa", cuestionó.
Lara Hueravilo, hija de Emiliano Hueravilo, nacido en cautiverio en la exEsma, mientras portaba la bandera de Nietes aseguró que "es importante estar acá, debemos socializar esta lucha, que se vean que es en las calles y las plazas que se conquistan los derechos".
"Tenemos que reflexionar qué justicia tenemos, qué justicia queremos, qué justicia nos representa", apuntó.
Lucía García Itzigshon, referente de Hijos y directora de Comunicación del Ministerio de las Mujeres bonaerense, consideró que "es el primer 24 de marzo sin Hebe (de Bonafini), es una gran marca para todos los y las platenses y todos los que militamos en derechos humanos; hay una sensación de mucha ausencia".
"Es también un 24 muy significativo porque son los 40 años de democracia pero es una democracia que están condicionada por una situación de proscripción política", destacó.
Remarcó que "el Poder Judicial se transformó en una herramienta de disciplinamiento pero tenemos un pueblo fuerte y organizado que sabrá sortear esa proscripción".
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