(29/03/23 Brasil, Por Pablo Giuliano, corresponsal) El ex presidente Jair Bolsonaro retornará a Brasil mañana, después de tres meses de haber permanecido en Estados Unidos, buscando ser el jefe de la oposición a Luiz Inácio Lula da Silva con un cargo en el Partido Liberal, que le pagará 7.600 dólares mensuales para organizar a la derecha y ultraderecha de cara a las elecciones municipales, y preparar su posible regreso en 2026 en caso de que la justicia no lo inhabilite por delitos electorales cometidos en la campaña de 2022.
Bolsonaro tiene previsto llegar a las 7.10 en un vuelo de la aerolínea Gol que arribará a Brasilia desde Orlando, Florida, y sus seguidores intentan organizarse para recibirlo luego de que abandonara el país el 30 de diciembre, dos días antes de terminar su mandato y así evitar pasar el mando a Lula da Silva, quien lo derrotó en las elecciones de octubre.
"Estoy sin mandato pero no estoy jubilado", dijo Bolsonaro a la radio bolsonarista Jovem Pan, al anunciar su regreso. "No sé si habrá gente esperándome, quiero volver a Brasil a vivir una vida normal", agregó.
La llegada de Bolsonaro encuentra al gobierno de Lula trabado por uno de los ítems de la "herencia" de su gestión entre 2019 y 2022, como el Banco Central independiente, cuyo titular, el bolsonarista Roberto Campos Neto, se niega a bajar la tasa de interés del 13,75% como se lo pide el gobierno, lo que le da un horizonte recesivo para la economía en 2023.
Un portavoz del Partido Liberal dijo a Télam que la fuerza bolsonarista no organizó actos oficialmente para recibir al ultraderechista en el aeropuerto Juscelino Kubitschek de Brasilia, donde hoy trabajaban la Policía Federal y la policía regional de la capital en el esquema de seguridad para la llegada.
Bolsonaro recibió hoy el espaldarazo en vísperas de su llegada por parte del gurú de la extrema derecha mundial, el exasesor presidencial estadounidense Steve Bannon, a quien Folha de Sao Paulo, diario opositor a Lula en términos editoriales, le hizo una gran entrevista en la cual divulgó una 'fake news" resaltando que Bolsonaro perdió por fraude al igual que Donald Trump en Estados Unidos.
Con el gobierno de Lula trabado también por la falta de resolución del nuevo marco fiscal que depende de un Congreso conservador, Bolsonaro deberá atraer inicialmente parte de la agenda política.
El principal bloque del Congreso es el del Partido Liberal de Bolsonaro. Esta fuerza es la gran garantía de sobrevida política del exmandatario. El partido le pagará con fondos estatales que recibe el salario a él y a su esposa, además de una casaquinta en el Lago Norte, en la capital federal.
El regreso estaba previsto con Lula de gira en China, pero el viaje se postergó a raíz de una neumonía del actual Presidente: se trabaja para que se realice el próximo 11 de abril.
Pero el regreso de Bolsonaro coincidirá con la merma que tuvo en las redes sociales y en popularidad después de perder la elección más disputada de la historia por 50,9 a 49,1% y el frente judicial que se le abre, que puede desembocar en el corto plazo en una inhabilitación electoral.
El Tribunal Superior Electoral debe resolver supuestos delitos electorales cometidos por Bolsonaro durante la campaña.
En el frente penal, el exmandatario se encuentra bajo investigación en la megacausa de las fake news que lleva adelante Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal Federal. A este proceso se sumó incluir a Bolsonaro bajo investigación primaria de la Policía Federal en el intento de golpe de Estado del 8 de enero perpetrado por sus seguidores al asaltar la sede de los poderes en Brasilia.
En este punto radica el temor del bolsonarismo, sobre todo porque está preso por ser uno de los mentores de la intentona su exministro de Justicia Anderson Torres, quien en el momento del intento de golpe era el secretario de Seguridad de Brasilia y ordenó a la policía liberar la zona.
Torres, según la prensa local, estaría negociando una delación premiada para reducir su pena.
El ex ministro de Justicia estaba en el momento del intento de golpe en Orlando junto con Bolsonaro.
El diario O Globo informó que la Policía Federal llevará un automóvil a la pista de aterrizaje para llevar a Bolsonaro, como se hace de protoloco para todos los ex gobernantes, hasta la zona de desembarque, sin tener que pasar entre los demás pasajeros por cuestiones de seguridad.
La fortaleza de Bolsonaro deberá medirse con el correr de los días pero varios diputados bolsonaristas buscan una recepción multitudinaria en Brasilia para mantener viva la llama de la militancia surgida al calor de la Operación Lava Jato y de la caída de Dilma Rousseff en 2016.
El senador Flávio Bolsonaro, uno de los hijos del excapitán del Ejército, aseguró que si inhabilitan a Bolsonaro será una decisión "antidemocrática" y lo posicionó como candidato para 2026.
El Partido Liberal ha colocado desde este mes al frente de la rama femenina a la exprimera dama Michelle Bolsonaro, una conservadora evangélica que ya tiene 6,2 millones de seguidores en las redes sociales. A modo de ejemplo, la actual primera dama, la socióloga feminista Janja da Silva, tiene 2,5 millones.
Bolsonaro también deberá enfrentar los procesos abiertos y los cuestionamientos por el caso del contrabando de joyas que fueron entregadas por la monarquía de Arabia Saudita por un valor de casi 4 millones de dólares.
El regreso del ultraderechista coincidirá con un momento complicado para Lula en la negociación en el Congreso. Gran parte de las políticas públicas anuladas por Bolsonaro fueron restablecidas por Lula, como el magro aumento del salario mínimo y la restitución del plan social Bolsa Familia.
Lula llegará a los cien días de gobierno ya con Bolsonaro en el país por primera vez desde que asumió el mandato y viviendo a pocos kilómetros del Palacio del Planalto.
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