"Aprobamos nombrar a Rufina Amaya como Hija Meritísima de El Salvador post mortem, por su destacado coraje y valentía al denunciar la masacre de El Mozote, ocurrida en 1981 durante el conflicto armado. Seguiremos honrando a las víctimas de la guerra civil y legislando a su favor", publicó la Asamblea en la red social Twitter.
La decisión se alcanzó con 76 votos sobre 84 legisladores.
Aunque escapó hacia Honduras después de la masacre, Amaya regresó a El Salvador en 1990. Falleció en 2007, a los 64 años, en un hospital del oriental departamento de San Miguel.
Amaya sobrevivió a la matanza, ejecutada del 9 al 13 de diciembre de 1981 por el proscrito Batallón Atlacatl, una tropa de élite entrenada por expertos antiinsurgentes de Estados Unidos, pero presenció cuando su esposo y cuatro hijos eran asesinados por los militares.
La campesina denunció al Estado salvadoreño por los crímenes contra los pobladores del caserío, pero fue ignorada por los gobiernos anteriores.
Tras la firma de los Acuerdos de Paz de 1992, su testimonio ante la Comisión de la Verdad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) permitió identificar a los autores de la masacre, que dejó un saldo de 978 personas ejecutadas, 553 de ellos menores de edad, consignó la agencia Sputnik.
"Esta iniciativa honrará la memoria de las víctimas de la guerra. Amaya era una ciudadana de temple fuerte que, pese a que presenció el asesinato de su familia, no se cansó de denunciar los hechos", destacó el diputado Walter Alemán, del gobernante partido Nuevas Ideas.
El lunes último se cumplieron 31 años de la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin a un conflicto armado que dejó más de 75.000 muertos y heridas aún abiertas en la población, sobre todo porque muy pocos responsables de crímenes de guerra y lesa humanidad fueron enjuiciados.
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