Mientras tanto, los familiares de los heridos y fallecidos durante las protestas en Ayacucho denunciaron la violencia de las fuerzas armadas contra los manifestantes.
Esas manifestaciones se han intensificado desde el 11 de diciembre y han dejado unos 27 muertos, entre ellos cinco menores, y cientos de heridos mayormente en las regiones sureñas de Ayacucho, Apurímac, Cuzco y Arequipa.
Las familiares de las víctimas de la represión denunciaron la violencia de las fuerzas armadas durante las protestas. Por su parte, la presidenta del país, Dina Boluarte, dice que intentó acabar con las protestas de forma pacífica. Edgar Prado, de 51 años, mecánico y conductor de la ciudad de Ayacucho, es una de las diez personas muertas en la ciudad a causa de la violencia más sangrienta. Edgar recibió un disparo mientras intentaba ayudar a los heridos.
José Aguilar es otra de las víctimas, quien es vecino de la zona. Volvía de trabajar cuando un tiro en la cabeza lo mató.
La décima víctima de la represión en Ayacucho fue Jhonatan Alarcón Galindo, de 19 años, quien recibió un disparo por la espalda.
Según informes, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos viajará al país en enero para investigar y culminar su evaluación de la situación en ese territorio por la convulsión generada tras la destitución del presidente Pedro Castillo.
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