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Hallaron plantas con efecto alucinógeno en un asentamiento italiano de hace siete mil quinientos años

(01/10/22 - Arqueología)-.Investigadores del CSIC han participado en un estudio internacional que ha analizado por primera vez los instrumentos agrícolas recuperados por los arqueólogos en el yacimiento de La Marmotta, en Italia, sumergido bajo el lago Bracciano. Los resultados del estudio han aportado una innovadora visión sobre la forma de vida de los seres humanos en el Neolítico.

Bajo las aguas del lago Bracciano, en la localidad de Anguillara Sabazia, en Roma, se esconde el yacimiento Neolítico temprano de La Marmotta, considerado uno de los más importantes de la Europa mediterránea. El lugar es famoso por la excepcional conservación de los materiales orgánicos que allí se han encontrado, incluidos numerosos utensilios de madera relacionados con la navegación (incluida una piragua), la agricultura, la producción textil y la cestería.

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han participado en un estudio internacional cuyo objetivo ha sido llevar a cabo un análisis interdisciplinar de tres mangos de hoz localizados en La Marmotta. El trabajo, que se ha publicado en la revista Scientific Report-Nature, explica que se han podido identificar en estos útiles varias especies de plantas con posibles efectos psicoactivos y que podrían haber sido empleadas con uso terapéutico y alucinógeno. Según los investigadores, el estudio ha aportado datos muy interesantes, sobre todo en lo que respecta al conocimiento sobre el modo de vida de los seres humanos hace más de 7.500 años.

Las hoces de la marmotta

"Hemos desarrollado un análisis global e interdisciplinar sobre tres de las mejores hoces conservadas, no sólo de La Marmotta, sino también de la arqueología en general. En el estudio hemos identificado las especies vegetales seleccionadas para la elaboración de los mangos, el compuesto utilizado para producir el pegamento con el que unir los dientes de sílex, la forma de tales dientes y el uso que se hizo de esas hoces", explica Juan F. Gibaja, investigador Consejo Superior de Investigaciones Científicas en la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma.

La información que para este estudio se ha obtenido a través del polen y de los fitolitos (producto de una biomineralización de origen vegetal) es única en la arqueología. Los investigadores han podido analizar varios instrumentos que reflejan el tipo de trabajo que se llevaba a cabo en un campo de cereales de hace más de 7.500 años. "Los arqueólogos excavan poblados, talleres, tumbas y, si los hay, edificios con una función política o de culto. Sin embargo, casi nunca llegan a identificar cómo eran los cultivos antiguos. Por eso la información presente en estas hoces fue tan importante y novedosa", señala Gibaja.

Pólen psicotrópico

Durante la investigación, los expertos han podido identificar los materiales con los que estaban fabricados los tres mangos de las hoces, así como el "pegamento" que utilizaron para adherir los dientes. Además, han determinado que estos dientes estaban fabricados con una variedad de sílex procedente de los montes Apeninos y las minas de Gargano (ubicadas en el sureste de Italia), lugares que se encuentran a cientos de kilómetros de distancia del asentamiento. El estudio también ha identificado las huellas dejadas en los mangos, que confirmaron que las hoces se emplearon para cortar cereal doméstico y más concretamente, según los análisis microscópicos, para la recolección de cebada y trigo y para desechar las malas hierbas de los campos de cultivo.

Los arqueólogos han podido identificar los materiales con los que estaban fabricados los tres mangos de las hoces: una variedad de sílex de procedencia lejana.

Por lo que respecta a los granos de polen encontrados, los investigadores quedaron sorprendidos al descubrir plantas del género Oenathe. "Se trata de especies acuáticas, muy extendidas en el entorno lacustre del Bracciano, donde se encuentra hundido el asentamiento. Estas especies, cuando se comen frescas y en pequeñas cantidades, pueden producir embriaguez", ha explicado Niccolò Mazzucco, de la Università de Pisa. Aunque los investigadores sugieren que este polen pudo haberse adherido después de que se dejaran de usar las hoces, tampoco descartan la posibilidad de que estas herramientas se usaran para recolectar plantas de uso terapéutico o estupefaciente. "La Marmotta es el yacimiento más antiguo de Europa con restos de opio doméstico, por lo que la presencia de especies con efecto psicoactivo no es algo extraño", concluye Mario Mineo, investigador del Museo della Civiltà Romana.

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