(30/09/22 - Gobierno de Todos)-.Frente a la presencia de más de 110 representantes de todo el mundo, el ministro argentino de Cultura, Tristán Bauer, subrayó hoy la importancia de las industrias culturales para superar los efectos económicos y sociales de la pandemia, en el marco de la Conferencia Mundial de Cultura de la Unesco sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (Mondiacult) que tiene lugar en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.
Durante el coloquio convocado por la Unesco -que tiene como objetivo la unión de los países para hacer frente a desafíos como la crisis, el tráfico ilícito de la cultura o el impacto del deterioro ambiental- Bauer precisó que "en 2020 se estima que, solo de manera directa, hubo una contracción de 750.000 millones de dólares en relación a 2019, que corresponde a más de 10 millones de pérdidas de empleo del sector en todo el mundo".
"Estas cifras nos colocan en el desafío de fortalecer y revitalizar estas industrias, tanto por su aporte a la reactivación económica como por la generación de sentidos para fortalecer las democracias", explicó el ministro de Cultura en representación de Argentina.
En ese sentido, Bauer afirmó que "apoyar la creación de contenidos que den cuenta de las diferentes culturas, en la multiplicidad de lenguas existentes, es reafirmar la soberanía de los pueblos y garantizar la realización de derechos individuales y colectivos".
El ministro también señaló la necesidad de trabajar para reducir la brecha y la desigualdad existente en temas fundamentales como la digitalización.
"Este fenómeno insoslayable amplifica el potencial de las industrias culturales, surgiendo innovadores patrones de producción, distribución y consumo digital, transformando toda la cadena de valor. Nuestro desafío actual es comprender y ser protagonistas de este proceso y no consumidores pasivos que observan cómo circulan por esas mismas fibras la comunicación y los flujos financieros", explicó Bauer.
"La brecha digital es un problema que expresa la enorme desigualdad de nuestras sociedades, por lo cual convocamos a los gobiernos y organismos multilaterales aquí presentes a establecer mecanismos que nos lleven a su rápida reducción, hasta lograr su completa eliminación", precisó el ministro.
Además, planteó que, en la actualidad, "el acceso a Internet es un derecho humano y resulta vital garantizar que los pueblos, con sus propias palabras y sus diversas identidades, tengan acceso a las nuevas herramientas tecnológicas, como parte de la democratización cultural que nos demanda la hora".
En la misma línea, remarcó la necesidad de construir políticas culturales inclusivas que permitan dar respuestas a los grandes conflictos que atraviesa la humanidad.
"Estamos frente a una interdependencia planetaria que requiere respuestas globales a problemas locales. Por eso promovemos una globalización de la solidaridad como alternativa a la globalización de la indiferencia y de la exclusión. En un mundo donde crecen los discursos racistas y xenófobos anclados en el individualismo y en la sospecha del otro, el reconocimiento de la diversidad cultural y la lucha diaria contra todas las formas de colonialismo son vitales para encontrar una salida en conjunto", indicó Bauer.
"Vivimos en un planeta donde el suelo, el agua, el aire y todos los seres vivientes están bajo permanente amenaza. La contaminación del medio ambiente, el cambio climático y el desecho de residuos se aceleraron en los últimos años como nunca había pasado en milenios", señaló el ministro en relación a la necesidad del trabajo conjunto por "una cultura del cuidado en un sentido amplio y profundo".
El ministro también cuestionó al "neoliberalismo" por ser un "sistema que destruye al otro y a todo lo que se transforma en un obstáculo para la concentración de la riqueza". "Frente a esa cultura del descarte, proponemos la cultura de la vida, para que el cuidado de la tierra y del entorno sea la garantía de una vida plena para las nuevas generaciones", indicó.
Al finalizar, Bauer invitó a todos los gobiernos a trabajar por la cultura de la paz para perseguir una meta común: "derrotar la cultura del odio y la violencia".
En ese sentido, expresó: "En un momento donde parecen imponerse la violencia y los desencuentros, nos comprometemos a trabajar todos los días para que predominen el diálogo y el respeto. Nuestro camino es la lucha por la paz, para construir horizontes de esperanza en medio de la incertidumbre y vislumbrar un mundo más justo y solidario".
Durante el evento estuvieron presentes la secretaria de Desarrollo Cultural, Lucrecia Cardoso, y la directora de Integración Federal y Cooperación Internacional, Ariela Peretti.
La conferencia mundial en la Ciudad de México funciona como una hoja de ruta mundial para "proteger la cultura" que fija las prioridades comunes, reconoce a la cultura como "bien público mundial" y establece los compromisos sobre los derechos culturales.
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