(10/09/22 - Arqueología)-.El estudio de un yacimiento toscano hallado en 2017 ha revelado cómo las características y tradiciones etruscas continuaban vigentes siglos después de la conquista romana y cómo influyeron en el desarrollo político y social de la República.
Que la cultura, la sociedad y las tradiciones de la antigua Roma tenían una gran influencia etrusca era algo que reconocían los propios romanos. Las huellas de esta civilización itálica de origen oriental pueden observarse en la arquitectura, algunos ritos adivinatorios y funerarios o el gusto aristocrático por el lujo y los banquetes... No en vano tres de los reyes de la ciudad (los tres últimos) fueron de origen etrusco. Pero el estudio de nuevos hallazgos hechos en un yacimiento etrusco descubierto en 2017 al sur de la Toscana pondrían en evidencia que esos vínculos eran mucho más profundos de lo que se creía hasta el momento.
Muchas de las tradiciones romanas tenían un origen etrusco, como el gusto aristocrático por el lujo y los banquetes.
Un equipo de arqueólogos de la Universidad de Buffalo encabezado por el profesor Alessandro Sebastianini lleva cinco años excavando y documentado el yacimiento, localizado en una propiedad privada del municipio de Civitella Pagnico, que habría albergado un santuario republicano tardoretrusco y romano y una aldea que abastecía a las comunidades rurales cercanas en una zona en la que hasta ahora se desconocía la presencia etrusca. El lugar habría estado habitado en el siglo II a.C., siglos después de la dominación romana de la región y ha permanecido milagrosamente a salvo de los saqueadores de tumbas durante 2.200 años. El estudio de los objetos encontrados, relativamente intactos, ha permitido a los investigadores comprender la profundidad en la fusión de los hábitos sociales, culturales y económicos de ambas civilizaciones, según explica la Universidad de Buffalo en una nota de prensa.
Tumbas intactas
El yacimiento evidencia que las tradiciones etruscas continuaron durante más de dos siglos después de la conquista romana hasta la destrucción violenta de la pequeña comunidad rural durante las Guerras Sociales (siglo I a.C.) entre la República y las ciudades aliadas itálicas descontentas por el trato hacia ellas. El análisis del ajuar funerario (artículos enterrados junto con los cuerpos) y los rituales de entierro de la necrópolis asociada a la aldea sugiere cómo muchas características arraigadas de la población etrusca sobrevivieron muchos siglos después de la conquista romana y se fijaron en esta.
"Abrimos tres tumbas etruscas tardías que estaban totalmente intactas", explicó Alessandro Sebastianini. Entre los objetos hallados en ellas, tal como fueron depositados hace dos milenios había aretes y coronas de oro, anillos de bronce con la representación de Hércules, strígils de hierro (un herramienta para limpiar el cuerpo, usada tanto por etrusco como en las termas de todo el mundo romano) y cerámica fina. El análisis de estas piezas y su contexto "revela la sofisticada relación entre romanos y etruscos, que sobrevivieron y se adaptaron al mundo romano", añadió el investigador. La conclusión, para Sebastianini es que "deberíamos hablar de ósmosis cultural y social en lugar de una subordinación de una población a otra".
Entre los objetos hallados en las tumbas había anillos de bronce, coronas de oro y elementos de cerámica fina.
Los arqueólogos confían que el análisis arqueobotánico de semillas y materiales orgánicos descubiertos y el análisis de ADN de los restos óseos recuperados, que se está realizando en colaboración con la Universidad de Siena, ayude a reconstruir el paisaje antiguo del lugar y conocer mejor el origen de sus habitantes. Para Sebastianini, "el proyecto proporciona nuevas piezas al intrincado rompecabezas de los asentamientos históricos en Etruria durante el período de transición de la conquista romana, su desarrollo en el sistema político imperial, la larga antigüedad tardía y el surgimiento de la sociedad medieval".
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