(19/11/21 - Genocidio Palestino)-.La Sociedad Palestina de Prisioneros (PPS, por sus siglas en inglés) ha informado que Sami al-Amur, de 39 años, oriundo de la ciudad de Deir al-Balah en la asediada Franja de Gaza, ha fallecido este jueves en el centro médico israelí Soroka, ubicado en la ciudad de Beerseba, en el este de los territorios ocupados palestinos.
Al-Amur, que estaba detenido en las cárceles israelíes desde 2008 y cumplía una condena de 19 años, padecía problemas cardíacos congénitos.
Según ha indicado Al Amina al-Taweel, del Centro de Estudios sobre los Prisioneros Palestinos, a la cadena catarí Al-Jazeera, el prisionero palestino “no recibió tratamiento adecuado durante sus años de detención”, y solo fue sometido a una operación de corazón, mientras que se encontraba en estado crítico, y ya no hubo posibilidad de salvarlo.
La Sociedad Palestina de Prisioneros ya había advertido sobre el deterioro del estado de salud del prisionero palestino y la posibilidad de su muerte. Sin embargo, el régimen sionista se negó a liberarlo hasta que finalmente murió mártir.
Con su muerte, el número total de prisioneros palestinos fallecidas en las cárceles israelíes eleva a 227, reportan las fuentes locales.
Ahmed al-Amur, hermano del preso fallecido, ha confirmado que su hermano perdió la vida como resultado de una negligencia médica deliberada en su contra, y considerado que no padecía ninguna enfermedad antes de su arresto, además de indicar que su salud se había deteriorado como resultado de la demora en proveerle un tratamiento.
Lo que sucede en las cárceles israelíes es un crimen de guerra
A través de un comunicado emitido este mismo jueves, la Yihad Islámica Palestina ha destacado la necesidad de abordar la situación de los prisioneros palestinos en las cárceles israelíes, declarando que el martirio de Al-Amur es un nuevo capítulo de la criminalidad del régimen de Israel.
La Yihad Islámica ha enfatizado que hay más prisioneros palestinos en riesgo de la muerte. En este contexto, se ha referido a la continua huelga de hambre de varios palestinos para ejercer sus derechos y el fracaso de la administración penitenciaria del régimen israelí para responder a sus demandas.
“Lo que está sucediendo en las cárceles del régimen ocupante, incluido el desprecio por la condición física de los prisioneros, es un crimen de guerra en toda regla y un gran crimen contra la humanidad”, se lee en la nota, en la que también el movimiento palestino ha hecho hincapié en que la Resistencia está trabajando muy duro para la liberación de los prisioneros, y no escatimará esfuerzos en este sentido.
A su vez, el portavoz de Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), Abdel Latif al-Qanou, también ha reaccionado a la muerte de Al-Amur, y enfatizado que su martirio es “otro crimen que demuestra la brutalidad de los ocupantes [israelíes] y su flagrante violación del derecho internacional y de los derechos humanos”.
Hay más de 4650 prisioneros palestinos en cárceles israelíes, incluidos 200 niños, según las cifras oficiales. Conforme a la PPS, la negligencia médica “constituye la política sistemática más brutal que ha causado la muerte de prisioneros en los últimos años”. De hecho, desde la ocupación israelí de Cisjordania y la Franja de Gaza en 1967, 72 prisioneros palestinos han muerto por la falta de atención médica en las prisiones del régimen ocupante.
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