Al-Kaabi denunció la negativa de Estados Unidos para retirarse de suelo iraquí y dijo que el Gobierno norteamericano continúa oponiéndose, con coerción, arrogancia y falta de respeto, a la decisión del pueblo de Irak de expulsar a todas las tropas foráneas del país árabe.
Conforme al líder iraquí, a pesar del anuncio de Bagdad de que la presencia del ocupante terminará a finales de diciembre de este año en curso, esto no está sucediendo.
De hecho, agregó, la información recibida muestra que las fuerzas de ocupación estadounidenses han cambiado algunas de las rutas ilegales que utilizaban para entrar en Irak y están ingresando a sus miembros al país de alguna manera u otra.
En este mismo sentido, subrayó que algunas tropas de EE.UU. ingresan a Irak ante los ojos de las mismas autoridades, mediante vuelos de aerolíneas egipcias. Es más, denunció que muchas fuerzas estadounidenses derrotadas en Afganistán habían sido trasladadas a Irak.
Esto significa, conforme explicó Al-Kaabi, que “las negociaciones políticas con el malvado Estados Unidos han fracasado una vez más”, indicó, enfatizando que “la decisión del orgulloso pueblo de Irak de restaurar la soberanía del país sólo se implementará a través del cañón de las armas de la Resistencia”.
La presencia continua de las tropas estadounidenses en Irak se ha convertido en un tema polarizador, especialmente luego del brutal asesinato del teniente general persa Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán; del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) de Irak, Abu Mahdi al-Muhandis; y de varios de sus compañeros, en un ataque aéreo perpetrado por EE.UU. el 3 de enero de 2020. Tras la agresión, el Parlamento de Irak aprobó una resolución para exigir la salida de todas las unidades militares extranjeras del país mesopotámico.
Los grupos iraquíes alzan la voz contra la presencia de EE.UU. en su patria y critican cómo ha aumentado la inseguridad en la zona, advirtiendo que, si las tropas estadounidenses se quedan en Irak, no descartan usar la opción militar para expulsarlas.
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