(09/08/21 - Juntos por el Cambio)-.Sin poder bajar los decibeles del impresentable Fernando Iglesias, que no solo no esboza las falsas disculpas de rigor, como Waldo Wolf, sino que además dobla la apuesta se profundiza la disputa entre facciones de la alianza derechista, donde no existen dos ideas, sino dos intereses en pugna de cara al 2023.
En este marco resulta patético el escenario que ha improvisado la prensa derechista que milita activamente en cambiemos y se autotitula 'independiente' que declama, casi como un ruego que cesen las disputas internas para sostener alguna expectativa de triunfo ante la propuesta del Frente de Todos.
La polémica por los dichos del diputado sobre Florencia Peña generó incomodidad en la lista de precandidatos de JxC en CABA, en una semana que había comenzado con una reunión de su mesa nacional para lograr un pacto de no agresión entre los referentes de la oposición.
Las polémicas descalificaciones del diputado Fernando Iglesias (Juntos por el Cambio-Ciudad de Buenos Aires) a la actriz Florencia Peña por su visita a la quinta presidencial de Olivos metieron esta semana más ruido en la interna de la coalición opositora, a pesar de la cumbre partidaria del lunes pasado en la que se había intentado calmar los ánimos.
La polémica generó incomodidad en la lista de precandidatos de JxC en la CABA, que encabeza la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y en la que el propio Iglesias figura en cuarto lugar de la nómina, en una semana que había comenzado con una reunión de su mesa nacional en la que se había establecido un pacto de no agresión entre los distintos referentes de la oposición.
El encuentro había sido convocado por el titular de la UCR, Alfredo Cornejo, quien transmitió el enojo radical por los ataques de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, contra el precandidato Facundo Manes, apuesta clave del radicalismo para la provincia de Buenos Aires.
En un primer momento, los cruces entre los distintos sectores habían derivado en un hecho insólito para una alianza electoral, como la redacción de un "compromiso ético" consistente, en los hechos, en un manual o reglamento escrito con 10 puntos que incluían preceptos como "no mentir" o "actuar con respeto y lealtad por los oponentes internos".
La peculiar idea, finalmente, se desechó y se optó por establecer un acuerdo político para moderar los posicionamientos y reproches cruzados, no sin antes habilitar críticas como las del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, quien llegó a decir que la propuesta de acordar una suerte de código de convivencia por escrito era "para un jardín de infantes".
Estos cortocircuitos, pero sobre todo los dichos de Iglesias sobre Peña y todo lo que generaron después, causaron malestar tanto en el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como también en Vidal, quienes sintieron que la campaña volvía a ser copada por los sectores 'duros' del espacio, los "halcones" históricamente cercanos a Mauricio Macri y referenciados en Patricia Bullrich.
Además, a diferencia de la provincia de Buenos Aires, donde la coalición opositora tiene dos opciones competitivas -las listas de Santilli y Manes-, en CABA se había logrado acordar una lista con más posibilidades de unificar el voto contra el Gobierno nacional, según el análisis del sector de Rodríguez Larreta y Vidal.
Si bien en la Ciudad compiten otras dos nóminas de JxC en el marco de la PASO -una encabezada por Ricardo López Murphy y otra motorizada por los radicales tras la figura de Adolfo Rubinstein- la de Vidal aparece, en la previa, como la de mejores chances electorales.
Sin embargo, el escándalo generado por Iglesias introdujo un elemento de tensión hasta tal punto que puertas adentro de la coalición ya se analiza su potencial impacto electoral.
Las críticas a los dichos de Iglesias
El repudio a sus palabras no se limitó a representantes del Frente de Todos sino que también periodistas, conductores de TV, legisladores con mandato cumplido, figuras de la cultura y organismos de Derechos Humanos se solidarizaron con Peña y con otras mujeres que habían sido aludidas.
La saga de condenas y pedidos de expulsión del Parlamento tuvo como disparador un texto que Iglesias emitió desde Twitter en relación a la visita que la actriz hizo a la residencia presidencial en mayo del año pasado, durante el aislamiento, en el que se refirió a ese hecho como un "escándalo sexual".
"Para mí, la señorita iba a ayudarlo (al Presidente) a encontrar la perilla que enciende la economía para poner a la Argentina de pie", señaló Iglesias respecto del ingreso de Peña a Olivos, que se realizó en el marco de una serie de reuniones en las que se analizó la situación del colectivo de actores.
En una de las respuestas al posteo de Iglesias, el diputado nacional Waldo Wolff (JxC-Buenos Aires) se preguntó: "¿Pero ella de rodillas, no?".
Ante esta situación, la diputada Gabriela Cerruti (FdT-CABA) pidió, junto a otras 15 legisladoras, la expulsión de Iglesias de la Cámara Baja, a quien responsabilizaron por "inconducta moral" en base a la "violencia misógina y machista, verbal y psicológica que ejerce sistemáticamente contra las mujeres".
"La hemos pasado muy mal con Iglesias en la Cámara de Diputados en los últimos cuatro años y nunca hemos podido hacer nada para frenarlo. Las mujeres estamos hartas. No queremos más a Iglesias en la Cámara de Diputados", exigió Cerruti.
Y en el mismo sentido, advirtió: "El nivel de violencia que (Iglesias) genera a través de las redes, en los medios y de forma física está penado por la Constitución Nacional y por el Pacto de San José de Costa Rica".
Denuncias
En tanto, el abogado Fernando Burlando denunció tanto a Iglesias como a Wolff por "incumplimiento de los deberes de funcionario público" y solicitó en una carta elevada a la presidencia de la Cámara de Diputados que se proceda a la "inmediata suspensión" de ambos legisladores, para luego iniciar "el desafuero a fin de que sean sometidos a la jurisdicción federal".
Wolff, por su parte, pidió disculpas por la situación en una aparición televisiva y aclaró que su tuit no fue "contra persona alguna".
"Es un tuit irónico, que da lugar a suspicacias, y yo hablo de la economía. Y hablo que 'vino a poner la economía de pie y la puso de rodillas'. Si alguien entendió otra cosa…", argumentó a la hora de intentar defenderse.
"No me referí a persona alguna, y mucho menos a Florencia Peña, a quien no me referí nunca ni en las redes, ni en los medios, ni en reportajes. Jamás hablé de ella", agregó Wolff y luego se denunció a sí mismo en la Justicia, para lo cual pidió que se investiguen los hechos.
Iglesias, en cambio, no pidió disculpas e incluso llegó a decir que "los escándalos sexuales en Olivos son exclusividad peronista".
Vidal, cabeza de una de las listas de precandidatos de JxC en la CABA, salió a marcar diferencias con Iglesias: "Cómo mujer no puedo acompañar esa manera de expresarse", se distanció el martes por la noche desde la pantalla de TN.
Un día antes, entrevistada por la periodista Romina Manguel en el canal A24, la exgobernadora se había mostrado menos contundente al referirse al diputado: "Decir que un integrante de un partido político es machista y el resto de la sociedad no...", deslizó.
Y al referirse a la nómina que ella encabeza, y de la que Iglesias forma parte como precandidato, dijo estar "orgullosa de toda la lista" que la acompaña
"Yo estoy orgullosa de toda la lista que me acompaña. Con errores, con aciertos, compartimos los mismos valores. Yo sé cómo va a votar Iglesias cuando vayamos al Congreso", afirmó entonces.
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