Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, rechazó el lunes los asentamientos ilegales de Israel y la continua amenaza de ese régimen de expulsar a las familias palestinas del barrio de Sheij Yarrah en la ocupada ciudad de Al-Quds (Jerusalén).
“Todas las actividades relacionadas con los asentamientos, incluidos los desalojos y las demoliciones, son ilegales, según el derecho internacional”, hizo hincapié el funcionario de la ONU en una rueda de prensa, para luego aseverar que la organización internacional “siempre” se ha aferrado a la posición de considerar ilegales los asentamientos israelíes.
En este sentido, el gobernador adjunto de la sagrada ciudad de Al-Quds, Abdulá Seyam, advirtió el domingo del plan sistemático de los funcionarios del régimen para cambiar la demografía de esa ciudad y judaizarla aún más.
La ONU acusa a Israel de violar el derecho internacional por ampliar sus asentamientos en los territorios ocupados y le exhorta que ponga fin a su expansionismo.
Asimismo, agregó que los israelíes planean seguir confiscando grandes extensiones de tierras palestinas en tal ciudad para expandir los asentamientos.
En esta línea, el relator especial de ONU sobre la situación de los derechos humanos en los territorios ocupados, Michael Lynk, pidió el 9 de julio a la comunidad internacional que determine la construcción de los asentamientos israelíes como un crimen de guerra.
Desde la guerra de los Seis Días en 1967, el régimen de Israel ha construido varios asentamientos ilegales en los territorios palestinos.
Palestina alerta que la demolición de estructuras por Israel se enmarca en la política de limpieza étnica con que busca de erradicar ilegítimamente la historia palestina de la zona y reemplazar a la población indígena con colonos extremistas.
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