Los incidentes fueron graves, se destruyó parte de la fachada e incluso zonas internas de la Municipalidad y del Concejo Deliberante y hubo feroces enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía Bonaerense, siempre con la intención de ingresar y toar el Palacio Comunal, algo que a la postre no sucedió.
Los hechos fueron repudiados inicialmente por el propio jefe comunal, quien dijo que “grupos violentos se juntaron para ingresar violentamente al municipio, para lastimar a vecinos y destruir el edificio público”, y tras agradecer a los empleados y al personal de seguridad comunal, y a los efectivos policiales, anticipó que ya radicó una denuncia penal al respecto.
Asimismo, desde el Municipio de Lomas de Zamora que el propio Insaurralde encabeza, se lanzó un “repudio enérgico” a los sucesos de este jueves y enfatizaron que “los hechos de violencia que hoy vivimos son la demostración de la intolerancia y la falta de diálogo contra la que diariamente luchamos”, que tildaron de “atropello antidemocrático”.
Asimismo, desde el PJ Bonaerense se habló de “un falso conflicto teñido de oportunismo electoral”, y en un documento expusieron que “el ataque perpetrado contra la Municipalidad por un grupo minúsculo de violentos de ningún modo constituye un reclamo justo ni una petición constitucional a las autoridades públicas”.
“Son resabios de la vieja metodología funcional a los enemigos del Pueblo que aprovechan estos hechos para desacreditar una gestión de gobierno en épocas electorales”, agregaron, y ratificaron la labor de los intendentes bonaerenses, la Gobernación y el Ejecutivo nacional, “quienes estuvieron en todo momento asistiendo a los más perjudicados por la pandemia”.
Fotografía: Archivo de Reporte Sur
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