Para este descubrimiento, un equipo de investigadores del Centro Fred Hutchinson (EE.UU.) examinó 12 anticuerpos distintos de personas que pasaron la enfermedad. La función de todas estas defensas analizadas es adherirse a la proteína S que utiliza el coronavirus para infectar a las células humanas, según el estudio publicado el miércoles en la revista Nature.
Después de comparar esta docena de anticuerpos, uno ha destacado por encima de todos: el S2H97. Logró fijarse siempre a la parte clave del patógeno y ninguna mutación pudo zafarse de él. Esto hace pensar a los expertos que se trata de un ‘superanticuerpo’, capaz de prevenir infecciones o contribuir a la curación.
Asimismo, era lo suficientemente potente como para proteger a los hámsteres de laboratorio contra la infección por SARS-CoV-2, el coronavirus que causa la enfermedad de la COVID-19. “Ese es el anticuerpo más genial que descubrimos”, resaltó Tyler Starr, bioquímico del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson.
Este anticuerpo ataca a una zona casi desconocida del coronavirus, hasta ahora muy poco visible, y así genera protección contra múltiples virus.
El novedoso hallazgo puede contribuir al desarrollo de nuevas vacunas contra el coronavirus o a la generación de terapias para las personas que se encuentren infectadas.
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