(27/07/21 - Arqueología)-.El Imperio inca dominó gran parte de América del sur entre los siglos XIV y XVI, hasta la llegada de los españoles al Nuevo Mundo. Sus dominios se extendían por un extenso territorio que actualmente ocupan los estados de Colombia, Ecuador y Perú, así como parte de Chile, Bolivia y el noroeste de Argentina.
Se trataba de una civilización muy avanzada, hiperjerarquizada e hipercentralizada que, sorprendentemente, carecía de un sistema de escritura. Los incas no sabían escribir, ni falta que les hacía. Gobernantes y funcionarios controlaban este vasto territorio a través de nudos.
El quipu o khipu (del quechua khipu, "nudo") consiste en un cuerda de la que cuelgan otros cordeles (a veces centenares o miles) de diversos colores, anudados. Gracias a ellos, los quipucamayocs o especialistas en quipus incas, dejaban constancia de todo aquello que tuviese importancia para la administración del imperio (tributos, censos, cosechas), incluso relatos mitológicos, genealogías de gobernantes o poemas épicos. Estupefacto, José Acosta, cronista jesuita del siglo XVI, resumía así su función: "cuanto los libros pueden decir de historias, y leyes, y ceremonias y cuentas de negocios, todo eso suplen los quipus tan puntualmente, que admiran".
En la actualidad se conservan alrededor de 1.400 quipus repartidos por museos y colecciones privadas de todo el mundo, desde Alemania o Suecia hasta Israel, Argentina y Estados Unidos. Ahora, el Museo de Arte de Lima (MALI), con la colaboración de Google Arts and Culture han puesto en marcha el proyecto The khipu keepers (Guardianes de los khipus). Una exposición virtual cuyo objetivo es difundir el patrimonio cultural y artístico andino y que toma el relevo de la muestra "física" Khipus, nuestra historia en nudos, que ha acogido el MALI hasta verano de 2021.
El quipu consiste en una cuerda principal de la que penden otros hilos de diversos colores anudados
Qué nos dicen los quipus
Los quipus registraban datos de todo tipo: censos demográficos, control de tributos, calendarios, genealogías. Para ello usaban diversos tipos de nudos que representaban números en un sistema decimal que debía leerse de abajo a arriba (los nudos inferiores representaban las unidades, justo por encima de ellos, las decenas, en un nivel superior las centenas y así sucesivamente). Un nudo doble representaba el 1 y un nudo compuesto podía representar del 2 al 9, según las vueltas que da el nudo alrededor del cordel pendente. La ausencia de nudo indica el 0.
Aunque, en la actualidad podemos "leer" los números de los quipus, desconocemos por completo qué contabilizaban, ya que otras variables que aportarían contexto a los mensajes, como el sentido de los nudos (hacia la izquierda o la derecha), el color de los cordeles o, incluso la distancia entre los nudos todavía no han sido descifrados.
El color de las cuerdas, el sentido o, incluso la distancia entre los nudos tenían un significado que aún hoy desconocemos
Algunos investigadores apuntan a que los colores reflejarían un sector de la administración o un recurso agrícola determinado o indicarían que ese cordel marca una línea temporal. El 85% de los quipus contiene información numérica. El 15 por ciento restante, se denominan quipus históricos, que reflejaban episodios de la historia de las dinastías incas, tal vez asociando colores y números a determinados personajes y linajes.
Los orígenes de los quipus son anteriores al Imperio inca. Los wari, una civilización surgida a inicios de nuestra era ya los usaba antes del año 900. Los quipus no solo fueron instrumentos contables, sino que contribuyeron a la consolidación del imperio inca y a la administración de los territorios que constituyeron el Tawantinsuyo, la denominación quechua del imperio, que significa "las cuatro grandes regiones".
De la misma manera, la conquista española del imperio del Cuzco y el Machu Picchu tampoco fue el final de esta "escritura". En un primer momento, los quipus fueron perseguidos por los españoles, al considerar que fomentaban la idolatría. Pero al poco tiempo, los mismas autoridades que habían ordenado quemarlos en grandes hogueras, se dieron cuenta de su utilidad para llevar la contabilidad de las poblaciones indígenas y fomentaron de nuevo su uso, aunque con un nuevo "lenguaje", adaptado a las necesidades coloniales y que nada tenía que ver con el del periodo inca. El sistema siguió siendo utilizada por diversas comunidades hasta bien entrado el siglo XIX, tras la independencia de las Repúblicas que conformaban el territorio en el que se utilizaba. Incluso en la actualidad, en algunos lugares, se siguen elaborando quipus en contextos rituales.
Guardianes de los khipus recupera este legado poco conocido de la civilización incaica y lo pone al alcance de todo el mundo a través de las nuevas tecnologías. La muestra virtual está concebida como algo más que una simple exposición en línea, ya que recopila gran parte del material existente y, gracias a la digitalización, preservar para siempre y contribuir al estudio y de estos enigmáticos tesoros. La muestra online permitre conocer además, cómo se elaboraban los quipus a través de materiales interactivos.
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