(15/06/21 - Ruanda)-.En un discurso pronunciado en el memorial de la capital Kigali, el presidente francés manifestó que su país permitió 'durante demasiado tiempo que el silencio prevaleciera sobre el examen de la verdad'.
La visita de Macron a Ruanda fue anunciada como el "paso final en la normalización de las relaciones" entre ambos países, tras más de 25 años de tensiones por el rol de Francia en la matanza de unas 800.000 personas, en su mayoría tutsis, entre abril y julio de 1994.
"Hoy aquí, con humildad y respeto, he venido a reconocer nuestras responsabilidades", dijo Macron tras visitar el museo del Memorial del Genocidio, informó la agencia de noticias AFP.
"Reconocer este pasado es también y ante todo continuar la labor de la justicia. Comprometiéndonos a garantizar que ningún sospechoso de crímenes de genocidio pueda escapar al trabajo de los jueces", añadió.
El papel de Francia antes, durante y después del genocidio ruandés ha sido un tema candente durante años, que incluso llevó a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre París y Kigali entre 2006 y 2009.
Un informe de historiadores publicado en marzo y encabezado por Vincent Duclert concluyó que Francia tenía "responsabilidades pesadas y abrumadoras".
El informe agregó que el entonces presidente socialista francés Francois Mitterrand y su entorno estaban "cegados" ante la deriva racista y genocida del Gobierno ruandés dominado por la etnia hutu, rival de los tutsis, que París apoyaba entonces.
La asociación de sobrevivientes Ibuka lamentó la falta de "excusas" de Macron.
En el Memorial del Genocidio reposan los restos de 250.000 de las víctimas de una de las tragedias más sangrientas del siglo XX.
Con este discurso Macron va más lejos que sus predecesores, en particular Nicolas Sarkozy, que en 2010 se convirtió en el primer presidente francés en viajar a Kigali desde el genocidio.
Sarkozy había reconocido "graves errores" y "una forma de ceguera" de las autoridades francesas que tuvo consecuencias "absolutamente dramáticas".
Para el presidente ruandés, Paul Kagame, que lideró la rebelión tutsi que puso fin al genocidio, el informe supuso un cambio de rumbo en las relaciones entre ambos países.
De visita en Francia la semana pasada, Kagame dijo que el informe había allanado el camino para que Francia y Ruanda tuvieran "una buena relación".
"Puedo vivir con las conclusiones del informe," dijo Kagame en una entrevista con France 24 y RFI. "Podemos dejar el resto atrás y seguir adelante", agregó.
Para concretar la normalización de las relaciones, los dos presidentes podrían acordar el regreso de un embajador francés a Kigali, un puesto vacante desde 2015.
Otro paso será la inauguración por parte de Macron del "centro cultural francófono" en Kigali.
Después de Ruanda, Macron viajará a Sudáfrica, donde mantendrá conversaciones con el presidente Cyril Ramaphosa sobre la lucha contra el coronavirus y su impacto en la economía mundial.
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