(31/05/21 - Colombia)-.El viernes 28 de mayo en la ciudad de Cali el presidente Duque (foto) expidió el decreto 575 a través del cual da luz verde a una asistencia militar en ocho departamentos y sus municipios para afrontar la grave crisis de indignación social expresada en un Paro que cumplió un mes.
En la noche en Cali Duque arribó con una nueva batería de decisiones militares que en la sola jornada de ayer con las medidas ya existentes, y las nuevas dejó un saldo trágico de nueve asesinatos de jóvenes manifestantes y de un efectivo de la Fiscalía General de la Nación que había asesinado a dos de los manifestantes en la mañana de ayer.
Igualmente, ayer se reportaron inicialmente 17 personas detenidas, de manera arbitraria, de las que solamente se sabe el paradero de cuatro de ellas en la estación policial de La María. Ayer los manifestantes y medios de información se observó la presencia de civiles armados con fusiles y armas cortas disparando contra los protestantes.
Se encienden las alarmas ante la posibilidad de que este decreto se traduzca en la agudización de vulneraciones a los derechos humanos con detenciones ilegales, allanamientos, torturas y un fortalecimiento de la estrategia paramilitar para contener la desobediencia y la indignación social ante la rampante inequidad que padece Colombia.
El decreto no menciona el diálogo y el respeto a los DDHH
La intención de acabar con las movilizaciones por parte de los cuerpos policiales expusieron ante los ojos del mundo cómo un estudiante de música era torturado, civiles armados atacando la Universidad del Valle, la Alcaldía de Popayán en fuego y periodistas limitados para ejercer por las intimidaciones de los uniformados.
Ante estos hechos y tras la negativa al diálogo, el Gobierno Duque decidió hacer lo que mejor sabe: moverse bajo lógicas beligerantes y decretar intervención militar en siete departamentos del país.
Decreto 575 de 2021: ¿conmoción interior disfrazada?
Distintos sectores han criticado fuertemente la gestión del Gobierno en el marco del paro nacional y el tratamiento de guerra que se le viene dando a protesta social.
A pesar de ello, Duque y su bancada siguen empeñados en disminuir las movilizaciones sacando al Ejército a las calles del país. Esto, según el decreto, con el objetivo de conservar y reestablecer el orden público. Este evento ha sido catalogado como una conmoción interior disfrazada.
Los departamentos que se verán sometidos a intervención militar son Valle del Cauca, Cauca, Risaralda, Nariño, Huila, Norte de Santander, Putumayo y Caquetá.
En el decreto también se habla de ciudades y municipios que no corresponden a estos departamentos como Bucaramanga, Madrid y Facatativá.
Duque insiste en atacar las consecuencias de las protestas y no sus causas
El analista Víctor Currea de Lugo señaló en un artículo publicado en su sitio web que el Gobierno insiste en discutir las consecuencias del paro nacional y no las causas. «Duque decidió mover 7.000 militares a Cali, la ciudad donde las formas urbanas de paramilitarismo campean. En otras palabras, Duque le declaró la guerra a la ciudadanía en Cali y, por ahí derecho, al país».
La intervención militar, que se veía venir, fue orquestada también en horas de la tarde del viernes por la bancada del Centro Democrático, que publicó un comunicado en el que hacía el llamado al presidente Duque para sacar a las calles las tropas para «recuperar el orden en Colombia».
En el comunicado, el partido de Gobierno «rechaza cualquier negociación con el Comité de Paro, negociar con bloqueos y violencia es continuar la destrucción de la democracia».
José Miguel Vivanco, Director Ejecutivo, División de las Américas de Human Rights Watch, también se pronunció al respecto. Para él, el decreto firmado anoche por el mandatario contiene un peligroso vacío ya que las órdenes dadas no invitan a priorizar el diálogo, evitar la fuerza excesiva y respetar los DDHH.
Lo cierto es que la gente va a continuar en las calles a pesar de las características de conmoción interior de las medidas anunciadas por el gobierno. Para la masa no es una opción dar un paso al costado y mucho menos al ver el desafiante actuar del Gobierno Duque, un gobierno que se cierra al diálogo y a la negociación, y ve como única salida para restablecer el orden el uso de la fuerza, cueste los muertos que cueste.
Comité Nacional de Paro insiste en la necesidad de diálogo y afirma su disposición
En un comunicado publicado este viernes, luego de la intervención de Duque, el Comité Nacional de Paro aseguró que siguen estando dispuestos al diálogo y reiteró que desde que inició el Paro Nacional se han establecido cortes en las vías pero hay corredores humanitarios que permiten el paso de todo aquello que se considera esencial.
Al mismo tiempo condenaron la violencia, tanto la ejercida por la Fuerza Pública como la ejercida por particulares, contra la protesta pacífica y contra la infraestructura en varios puntos de las protestas.
Por último reiteran que es el diálogo y no la represión la que resolverá las peticiones de las personas que están en la movilización y aseguran que deben ser adelantas con celeridad y seriedad.
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