El movimiento de protesta adelanta que bloqueará este domingo la entrada de Netanyahu en el aeropuerto Ben Gurion, desde donde partiría a Estados Unidos para firmar el acuerdo de la normalización de lazos entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) la próxima semana.
“La gente se está derrumbando y el acusado (Netanyahu), que no logra manejar la crisis, huye”, ha criticado una de las organizaciones participantes en las protestas anti-Netanyahu, refiriéndose al cierre de todo el territorio ocupado a partir de esta semana.
Por undécimo sábado consecutivo, miles de israelíes exigieron la dimisión del premier Benjamín Netanyahu, por su mala gestión de la COVlD-19 y corrupción.
Los organizadores de la protesta han catalogado “vergonzosa y fallida” la gestión de Netanyahu ante la pandemia y la crisis económica y han criticado que, “en lugar de lidiar con la catástrofe que causó, Netanyahu está huyendo a cuatro días de la campaña en Estados Unidos”.
Paralelamente a la protesta en los territorios ocupados, los israelíes residentes en distintas ciudades de Estados Unidos se congregarán en Washington DC (capital estadounidense) para protestar contra Netanyahu durante la firma del acuerdo con Emiratos.
“Nos reunimos de todo Estados Unidos y el mundo para reiterar que un primer ministro, acusado de delito, no puede continuar en el cargo”, según un comunicado de los manifestantes citado por el portal israelí N12 News.
La protesta de este sábado se produce un día después de que el régimen israelí anunciara un acuerdo para establecer relaciones diplomáticas con Baréin, el segundo país árabe en normalizar nexos con Israel, tras los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
El anuncio sorpresa, del 13 de agosto, sobre el acercamiento de EAU e Israel, sin embargo, tuvo poco efecto entre los miles de manifestantes, que no han dejado de reunirse cada sábado pese a la represión policial y las detenciones.
Netanyahu está acusado formalmente de una serie de casos de corrupción por supuesto recibo de obsequios de amigos multimillonarios e intercambio de favores con magnates de los medios de comunicación para una cobertura más favorable de su imagen y la de su familia.
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