Durante una sesión del Consejo de Seguridad por videoconferencia sobre la situación en Siria, el delegado permanente de Siria ante la ONU, Bashar al-Jaafari, dijo que el Consejo votó a finales del pasado mes un proyecto de resolución sobre la lucha antiterrorista que se suponía que contribuyera a cerrar una importante brecha al respecto; “dicho proyecto debía exigir a los estados miembros a recuperar a sus nacionales “terroristas transfronterizos” o como le llaman “combatientes extranjeros”, precisó.
Indicó Jaafari que “las consultas previas demostraron que algunos países europeos se aferran a su postura egoísta e irresponsable renuente a recuperar a sus connacionales lo cual indigna sobremanera a Siria”.
El diplomático reiteró la condena y el rechazo al método selectivo adoptado por algunos estados sobre la amenaza que supone el terrorismo para la paz y la seguridad internacionales, por lo tanto, recurren a términos como “oposición siria moderada” o “grupos armados no estatales” o “yihadistas” o “luchadores por la libertad y la democracia” para describir a aquellos elementos.
Jaafari explicó que la ONU confirmó la presencia de decenas de miles de terroristas que vinieron a Siria de más de cien países; de igual forma, el Centro Internacional de Lucha Antiterrorista con sede en La Haya señaló la presencia de cuatro mil 300 elementos europeos en Siria e Iraq, de ellos dos mil 838 son nacionales de Francia, Gran Bretaña, Bélgica y Alemania que son miembros de la OTAN y del actual Consejo de Seguridad, aunque las estadísticas sirias arrojan una cifra muy superior.
El diplomático renovó el compromiso de Siria con una solución política basada en el diálogo nacional sirio-sirio bajo conducción siria y sin ninguna injerencia extranjera y bajo un compromiso irrebatible con la soberanía e integridad territorial de Siria y con los reglamentos del Comité Constitucional.
Jaafari se dirigió a los miembros del Consejo diciéndoles: “habéis oído hace unos días las declaraciones del jefe de la administración estadounidense contra la vida del presidente Bashar al-Assad, las cuales demuestran que dicha administración representa un estado forajido y fuera de la ley, y aquí pregunto al secretario general y a los delegados de los estados miembros: ¿esta postura estadounidense hostil contra un mandatario de un país miembro de la ONU, acaso deja validez alguna a su verbal apoyo a una solución política que sea facilitada por Naciones Unidas a la crisis en Siria?”
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