(20/09/20 - Medio Ambiente)-.La Municipalidad de General Lavalle, firmó un convenio de trabajo con el Instituto de Ecología, Genética y Evolución de Buenos Aires (Iegeba), organismo que comparten la UBA y el Conicet para la conservación del Escuerzo también llamado el “gigante de las pampas”.
Las poblaciones de esta especie están declinando en Argentina y el municipio de General Lavalle es uno de los pocos lugares que todavía conserva poblaciones bien representadas del escuerzo. Los ejes de acción incluyen actividades educativas, la posibilidad de generar áreas protegidas y políticas que ayuden a conservar a este anfibio.
“Las poblaciones de esta especie están declinando en Argentina y General Lavalle es uno de los pocos lugares que todavía conserva poblaciones bien representadas del escuerzo. Los ejes de acción incluyen actividades educativas, la posibilidad de generar áreas protegidas y políticas que ayuden a conservar a este anfibio. El convenio presenta la posibilidad de unir esfuerzos para la conservación de este animal icónico de las Pampas”, informó el municipio en un comunicado de prensa.
El portal de noticias NexCiencia perteneciente a la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA describe que el escuerzo tiene mala fama. Su cuerpo es globoso, de coloración verde brillante con algunas manchas rojizas. Con su boca enorme y sus fuertes mandíbulas puede devorar pequeños roedores, pichones de aves y, también, otros anfibios. Las hembras adultas pueden alcanzar hasta catorce centímetros de largo.
El escuerzo es difícil de hallar, pues permanece enterrado gran parte del año, y sólo se hace ver luego de lluvias intensas, momento en que los machos emiten sus cantos para atraer a las hembras y reproducirse. Es un animal emblemático de las pampas, sin embargo, se sospecha que sus poblaciones han disminuido. De hecho, fue catalogado como especie “casi amenazada”, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
“La gente del campo conoce muy bien al escuerzo, una especie llamativa porque tiene colores brillantes, y algunos comportamientos que lo distinguen de otras especies de anfibios de la región”, señala Gabriela Agostini, investigadora en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Agostini forma parte del Grupo de Estudios sobre Biodiversidad en Agroecosistemas, (IEGEBA UBA-CONICET), y trabaja en particular en el impacto de los sistemas agrícolas sobre los anfibios en la región pampeana. En ese marco se inserta el proyecto denominado “Escuerzo, el Gigante de las Pampas”, cuyo objetivo es elaborar una estrategia de conservación y manejo para la especie.
Los investigadores apelan a lo que se denomina “ciencia ciudadana”, estrategia que consiste en involucrar a los ciudadanos en actividades científicas de manera de que puedan aportar su propio conocimiento.
En las entrevistas presenciales, las investigadoras han recogido relatos de personas ancianas que cuentan que hace más de cincuenta años podían ver muchos ejemplares del animal y que ahora ya no los ven.
Es que esta especie enfrenta diferentes tipos de amenazas, la principal es la reducción del hábitat, como sucede con la mayoría de los seres vivos. En la región pampeana, esa reducción se debe al uso del suelo para fines agroganaderos y al desarrollo de centros urbanos, según comenta la investigadora
Además, esta especie posee una imagen negativa en la sociedad. “A través de un estudio observamos que el 90% de los encuentros que los pobladores tienen con los escuerzos terminan en la muerte del animal”, indica Agostini. La razón que se aduce es el temor de que ataquen a los niños, las mascotas y el ganado.
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