(16/04/20 - California)-.La crisis del coronavirus empeorada por la gestión de Trump en California revive los anhelos de una gran parte de los californianos de independizarse de Estados Unidos.
Desde un tiempo atrás se viene registrando unos reclamos de autodeterminación e independencia por parte de ciertas regiones que forman parte de algunos Estados soberanos esparcidos alrededor del globo terráqueo.
Muchas de estas demandas nacen de los anhelos ancestrales de quienes hoy en día se han propuesto a que sus territorios vuelvan al lugar que ocupaban en la escena internacional previo a los azares del destino, cuya desventura les reservaba un porvenir totalmente inimaginable para sus moradores, y les pusiera por delante un futuro subrogado a los destinos de otros pueblos vecinos, cuyos líderes, por muchos motivos que no vienen a cuenta en ese momento, pudieron hacerse con las riendas de estos territorios anexionados.
Entre estos pueblos que reclaman su soberanía respecto a las naciones a las que vienen supeditándose a sus políticas centrales de la integración territorial, con todo lo que concierne en sí misma, desde más de varios siglos y en contra de su voluntad se puede mencionar a algunos como Escocia, del Reino Unido, Cataluña, del Reino de España y California, de Estados Unidos de América.
En este punto, se va a tomar atención el caso del estado de California, más conocido como el Calexit, de EE.UU., lugar donde una ola de sentimiento independentista viene ondeándose desde un tiempo atrás entre una parte de la población que no se ve identificada en absoluto con las políticas promovidas por parte del Gobierno Federal emplazada en Washington, D.C.
En los últimos años, las disparidades relativas a los sectores económicos sociales dentro del estado de California, así como entre esta región y el resto de los demás estados que conforman a EE.UU., han aumentado de tal modo que la esfera política de Washington se ha visto en la ardua tesitura de sortear y revertir como sea a al menos seis solicitudes de separación de estados o independencia respecto a Estados Unidos.
¿Por qué y cómo tomó cuerpo el Movimiento de Independencia de California?
El Movimiento de Independencia de California es una agrupación política que inició su actividad en 2015, denominándose el Partido Nacional de California y cuya meta es promover la autodeterminación de esta región de Estados Unidos, y, para la cual, se ha propuesto a recolectar las suficientes firmas necesarias que hagan falta para llevar adelante su propuesta de un referéndum de independencia para mediados del año próximo, es decir, la votación se llevaría a cabo para el 4 de mayo de 2021, si los ciudadanos apoyan tal iniciativa.
Esta formación lanzó el movimiento “Sí California”, que tiene como objetivo llamar la atención de la opinión pública sobre el tema de la independencia de este estado más poblado de EE.UU. con más de 40 millones de residentes censados hasta la fecha.
Californianos optan por independencia y abrir embajada en Rusia
Entre sus objetivos principales marcados, según llegó a declarar Louis J. Marinelli, uno de los líderes fundadores del partido, a la revista estadounidense Weiss, se puede destacar:
*Promover y fortalecer la identidad de California como una identidad separada de los Estados Unidos.
*Políticas de la autosuficiencia financiera de California respecto a los Estados Unidos.
*Priorizar los intereses de California sobre los restos de los estados.
*Transferencia legal del poder político de Washington a la ciudad de Sacramento, la capital del estado de California.
*Esfuerzos para que California sea reconocida como una nación soberana a nivel internacional.
*Fortalecimiento del gobierno local al mismo tiempo que el proceso gradual de transferencia de poder.
Estas metas se suman a otras defendidas por otros miembros del partido que, entre otras cosas, son el establecimiento de un Ministerio de Salud independiente, la independencia de los mercados financieros y económicos de California de otras partes de los Estados Unidos, la reforma del sistema de justicia, la total prohibición de la violencia policial y los funcionarios de seguridad, la reforma del sistema educativo y, así como un nuevo programa de aceptación de inmigrantes.
Los que apoyan la campaña del Calexit sostienen que California está afectada negativamente por las leyes federales, ya que el impuesto estatal que aporta Sacramento a las arcas del Gobierno Federal es una cifra mucho mayor en comparación a lo recibido como la asignación presupuestaria anual de Washington.
Además, muchos de los californianos perciben que la Casa Blanca a la hora de tomar decisiones cruciales de índole políticas, económicas, militares y sociales no tiene en cuanta sus aspiraciones en comparación con los ciudadanos de otros estados. Así mismo, estos ciudadanos creen que en lo cultural y político hay un gran abismo con el resto de los estados miembros de la nación norteamericana.
En la historia del estado de California, se han presentado hasta la fecha 200 propuestas dispares para la deseada independencia. “La separación de California nunca sucederá porque no interesa a los Estados Unidos”, aseguró Kermit Roosevelt, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Pensilvania.
Conforme a este docente, esta secesión territorial nunca sucederá y no le extraña en absoluto que en este preciso momento una parte de la sociedad californiana esté planteando tal despropósito después de sufrir en sus propias carnes la caótica gestión presidencial de Donald Trump, relativa a la crisis del nuevo coronavirus, denominado COVID-19, ya que, según él: “si los resultados de las elecciones de 2016 hubieran sido diferentes (es decir, si Hillary Clinton las hubiera ganado), ahora era Texas (estado propenso a votar a los republicanos) el que intentaba separarse de EE.UU.”.
La importancia de California para los Estados Unidos y las consecuencias de su secesión de esta superpotencia mundial
El estado de California, situado en el suroeste de EE.UU. y en la costa del océano Pacifico, con una población de más de 40 millones de personas, es el estado más poblado de Estados Unidos.
California es el tercer estado más grande de Estados Unidos después de Alaska y Texas. La capital, Sacramento y Los Ángeles, San Diego, San José y San Francisco son algunas de las ciudades más importantes de esta región.
La mayoría de los residentes de California son votantes del Partido Demócrata, y en las elecciones de 2016, la candidata demócrata Hillary Clinton derrotó a su rival republicano, Trump, para alzarse con los 50 votos electorales de este estado.
El estado de California cuenta con una capacidad económica muy alta, por lo que, si fuera un país independiente, su economía sería igual a la sexta potencia económica más grande del mundo. De hecho, es la región más rica del país de EE.UU., y si el movimiento independentista lograra su objetivo de poner tierra de por medio con el Gobierno Federal, asestaría un duro golpe no solo en lo económico, por tratarse del estado que más contribuye al erario público, sino que también a la imagen internacional de la Casa Blanca.
California sube como 5 ª economía del mundo ¿hacia el ‘Calexit’?
La economía de California es más pujante y grande que todo el tejido económico e industrial del Reino Unido, y eso es debido a que los gigantes tecnológicos estadounidenses como Apple, Google, Adobe, Hewlett-Packard, Intel, Oracle y Yahoo se encuentran en Silicon Valley, área situada en el sur de San Francisco.
Como un dato curioso, los ingresos anuales de Apple de alrededor de 270 mil millones dólares provocaría un gran vacío en las arcas públicas de EE.UU., si los californianos decidieran independizarse del resto de los estados.
Las políticas contra la inmigración de la Casa Blanca no son del agrado de una mayoría de los californianos, ya que este estado es receptor de cientos de miles de migrantes procedentes de su vecino del sur, México. Empero, Trump viene insistiendo en que es necesario la construcción de un polémico muro fronterizo a través de los estados que limitan con el país azteca, es decir: Texas, Nuevo México, Arizona y California, para evitar la entrada de migrantes indocumentados.
Trump promete 800 kilómetros construidos de muro para 2020
Así pues, un Estados Unidos sin California perderá su posición actual en el mundo, y su giro político tensará sus relaciones con los países hasta ahora consideraos aliados como lo son Canadá o los Estados miembros de la Unión Europea (UE) en cuanto a sus acuerdos comerciales y económicos recíprocos firmados entre las partes.
“El valor del dólar caerá, y el euro y el yuan chino pueden reemplazarlo en la economía global”, afirma Brandon O'Leary, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Pensilvania.
Rusia reducirá el peso del dólar en su mayor fondo para 2020
Por otro lado, California se convertirá en un nuevo aliado atractivo para los países que siguen el modelo neoliberal. “Con la independencia de California, el mundo cambiará repentinamente de un sistema bipolar entre China y Estados Unidos a un sistema multipolar entre Estados Unidos, China, California, La India y otros más”, sostuvo Steven Sidman, profesor de asuntos internacionales en la Universidad de Ottawa de Canadá.
Crisis del COVID-19 girará la balanza del poder global sobre China
Es probable que una California soberana, que busca una posición de liderazgo en el mundo, intenté desempeñar un papel de liderazgo en cuestiones tan importantes como es el cambio climático, empero, en el otro lado de la moneda, es posible que EE.UU. se retiré en áreas tan significativas como pueden ser las leyes medio ambientales, la inversión en energías renovables y similares.
Trump y la crisis de COVID-19 intensifican los ánimos de la independencia
Desde que Trump llegó al poder, allá en enero de 2017, muchos ciudadanos secundaron manifestaciones a favor de exigir la independencia de California respecto a Estados Unidos a fin de crear el Estado de California, y todo porque, estos no se identifican con los valores defendidos por el líder republicano, entre otros, la supremacía blanca y el trato dispensado a las minorías de esta nación.
Tras la elección de Donald Trump como el próximo presidente de Estados Unidos, el hashtag Calexit # se hizo viral rápidamente entre los internautas de las redes sociales.
El voto de Hillary Clinton en California fue del 61,5 por ciento, mientras que Trump solo obtuvo el 33,2 por ciento de los sufragios. Marinelli cree que esto muestra las diferencias políticas entre este estado y otras regiones del país al ser el más progresista que ellos.
A esta animosidad a la persona de Trump se suma la caótica y confusa gestión de la Casa Blanca para contener la propagación de la letal cepa de COVID-19 entre la población californiana haciendo que la idea de un California independiente gane más partidarios en comparación a tiempos previos a que esta crisis provocara sus estragos en este estado.
La oposición en contra del Gobierno Federal va en aumento entre los ciudadanos estadounidenses a medida que son testigo de la incapacidad de Washington para dar una respuesta adecuada a esta emergencia sanitaria causada por la pandemia global del coronavirus.
Las imágenes repetidas hasta la saciedad por los medios de comunicación locales relativas a los centros hospitalarios desprovistos de los tan necesarios Equipos de Protección Individual (EPI) e insumos médicos para afrontar la masiva afluencia de pacientes a fin de recibir tratamiento que aliviara la insuficiencia respiratoria que les causaba la infección pulmonar de COVID-19, ha ocasionado a que incluso algunos correligionarios de Trump salieran a mostrar su insatisfacción criticándole su enfoque sobre este asunto.
Entre tanto, la oposición de los líderes soberanistas de California a las políticas imperialistas de los dirigentes estadounidenses es una señal de advertencia para las políticas capitalistas y neoliberales de este país, que en este momento se encuentra a las puertas del peligro de extinción debido a la actual situación que se está viviendo tanto EE.UU. como en el resto del mundo.
Este es un peligro que incluso el ex secretario de Estado Henry Kissinger lo ha presentado y lo ha plasmado en un artículo reciente.
“Es suficiente que uno de los estados de EE.UU. logre su objetivo y se separe de los Estados Unidos y alcance independencia política, económica y militar, entonces esto también les sucederá a otros estados y se convertirá en una gran demanda dentro de los Estados Unidos”, acotó Kissinger.
Los Republicanos partidarios del Calexit y los Demócratas sus detractores
En medio de todo este tumulto, los republicanos dan la bienvenida a la futura independencia y la secesión de California, pero los demócratas se oponen a esta idea drásticamente.
Detrás de este apoyo u oposición solo se esconde motivos meramente políticos, ya que, California al ser el estado más poblado del país norteamericano, su autodeterminación cambiaría el equilibrio de poder en esta nación y el Congreso a favor de los republicanos y, al mismo tiempo, la pérdida de votos electorales en esta región impediría a que cualquier demócrata se pudiera postular para presidente en un futuro próximo.
“La situación política de los demócratas se empeoraría mucho. Estos han dependido en gran medida de California para ganar las elecciones presidenciales desde principios de la década de 1990”, manifestó el profesor Sidman.
El CalExit podría ser contraproducente en Estados Unidos
Esta es precisamente la razón política por la cual los republicanos de línea más conservadora se muestran a favor de la independencia de California, porque si eso sucede, esta formación acapararía todo el poder político de Estados Unidos.
En ese hipotético caso, los demócratas en otros estados no tendrían más remedio que reconsiderar en sus principios políticos y girar en dirección a las posiciones defendidas por las formaciones de corte derechista.
Una independencia de California está abocado a una guerra civil
Teniendo en cuenta de que la Constitución de EE.UU. prevé la creación de nuevos estados en los Estados Unidos, no existe un marco legal para la autodeterminación de los estados.
Una opción, según los partidarios del Calexit, es enmendar la Constitución para permitir que este estado pueda abandonar Estados Unidos por vía de una consulta popular.
Si la enmienda es aprobada por una mayoría de dos tercios tanto en el Congreso de Estados Unidos como en el Senado, se enviará a los legisladores de los restantes 50 estados, para que sus correspondientes cámaras estatales dieran su visto bueno a esta propuesta dándole un carácter legal a este asunto. Otra forma sería crear una convención compuesta por los 50 estados y obtener una aprobación superior al 67 por ciento de estos mismos estados.
Empero, ¿qué pasaría si California no quisiera usar estos métodos y decidiera por su propia cuenta y de forma unilateral declarar su independencia de Estados Unidos?
De hecho, la última vez que algunos estados trataron de separarse de Estados Unidos se produjo la guerra más sangrienta del país: la Guerra Civil (1861-1865), que mató a 600 000 estadounidenses y finalmente terminó con la derrota de los secesionistas.
Desde una perspectiva, el secesionismo es una tradición estadounidense. Cuando estos territorios coloniales bajo el control del imperio británico se sublevaron en 1775 contras las fuerzas de Londres para lograr años después su independencia allá en 1783, estos nuevos estados decidieron escribir su Carta Magna que dio lugar al nacimiento de Estados Unidos y acto seguido, algunos estados decidieron abandonar por su cuenta a la recién creada nación norteamericana.
Pasados unos cien años, algunos estados sureños durante la citada guerra civil declararon que la Declaración de Independencia de los Estados Unidos legitimaría la separación del Sur del Norte. Otros secesionistas sostenían que el Estado de la Unión era un acuerdo voluntario cuyos términos habían sido violados por el Norte. El entonces Gobierno Federal se opuso a este argumento y respondió a estas exigencias declarándole la guerra al Sur.
Finalizada la contienda, la Corte Suprema de Estados Unidos declaró oficialmente que cuando los estados aprobaron la Constitución, renunciaron a su derecho a abandonar a los Estados Unidos.
Empero, Marcus Ruiz Evans, uno de los directores de la campaña “Sí California”, asegura que la Carta Magna de los Estados Unidos no prohíbe la separación de estados, pero señala que se necesita la Corte Suprema para resolver tales problemas.
En este sentido, Evans recuerda que, tras el final de la Guerra Civil, la Corte Suprema en 1870 dictaminó en el caso Texas v. White que cualquier estado en los Estados Unidos podría separarse legalmente de los demás estados si estos estuvieran de acuerdo con dicha propuesta de autodeterminación.
El principal experto constitucional de California, Erwin Chamberlain, cree que obtener una mayoría simple en el Congreso podría cumplir con las condiciones establecidas por la Corte Suprema.
Desde que California ingresó a los Estados Unidos por mayoría de votos en el Congreso allá en 1850, también puede abandonar la Unión por mayoría de votos, aclara Chamberlain para luego añadir que, no obstante, ninguno de los medios de comunicación estadounidenses menciona el trasfondo legal de la independencia de California de los Estados Unidos.
Desde un tiempo atrás se viene registrando unos reclamos de autodeterminación e independencia por parte de ciertas regiones que forman parte de algunos Estados soberanos esparcidos alrededor del globo terráqueo.
Muchas de estas demandas nacen de los anhelos ancestrales de quienes hoy en día se han propuesto a que sus territorios vuelvan al lugar que ocupaban en la escena internacional previo a los azares del destino, cuya desventura les reservaba un porvenir totalmente inimaginable para sus moradores, y les pusiera por delante un futuro subrogado a los destinos de otros pueblos vecinos, cuyos líderes, por muchos motivos que no vienen a cuenta en ese momento, pudieron hacerse con las riendas de estos territorios anexionados.
Entre estos pueblos que reclaman su soberanía respecto a las naciones a las que vienen supeditándose a sus políticas centrales de la integración territorial, con todo lo que concierne en sí misma, desde más de varios siglos y en contra de su voluntad se puede mencionar a algunos como Escocia, del Reino Unido, Cataluña, del Reino de España y California, de Estados Unidos de América.
En este punto, se va a tomar atención el caso del estado de California, más conocido como el Calexit, de EE.UU., lugar donde una ola de sentimiento independentista viene ondeándose desde un tiempo atrás entre una parte de la población que no se ve identificada en absoluto con las políticas promovidas por parte del Gobierno Federal emplazada en Washington, D.C.
En los últimos años, las disparidades relativas a los sectores económicos sociales dentro del estado de California, así como entre esta región y el resto de los demás estados que conforman a EE.UU., han aumentado de tal modo que la esfera política de Washington se ha visto en la ardua tesitura de sortear y revertir como sea a al menos seis solicitudes de separación de estados o independencia respecto a Estados Unidos.
¿Por qué y cómo tomó cuerpo el Movimiento de Independencia de California?
El Movimiento de Independencia de California es una agrupación política que inició su actividad en 2015, denominándose el Partido Nacional de California y cuya meta es promover la autodeterminación de esta región de Estados Unidos, y, para la cual, se ha propuesto a recolectar las suficientes firmas necesarias que hagan falta para llevar adelante su propuesta de un referéndum de independencia para mediados del año próximo, es decir, la votación se llevaría a cabo para el 4 de mayo de 2021, si los ciudadanos apoyan tal iniciativa.
Esta formación lanzó el movimiento “Sí California”, que tiene como objetivo llamar la atención de la opinión pública sobre el tema de la independencia de este estado más poblado de EE.UU. con más de 40 millones de residentes censados hasta la fecha.
Californianos optan por independencia y abrir embajada en Rusia
Entre sus objetivos principales marcados, según llegó a declarar Louis J. Marinelli, uno de los líderes fundadores del partido, a la revista estadounidense Weiss, se puede destacar:
*Promover y fortalecer la identidad de California como una identidad separada de los Estados Unidos.
*Políticas de la autosuficiencia financiera de California respecto a los Estados Unidos.
*Priorizar los intereses de California sobre los restos de los estados.
*Transferencia legal del poder político de Washington a la ciudad de Sacramento, la capital del estado de California.
*Esfuerzos para que California sea reconocida como una nación soberana a nivel internacional.
*Fortalecimiento del gobierno local al mismo tiempo que el proceso gradual de transferencia de poder.
Estas metas se suman a otras defendidas por otros miembros del partido que, entre otras cosas, son el establecimiento de un Ministerio de Salud independiente, la independencia de los mercados financieros y económicos de California de otras partes de los Estados Unidos, la reforma del sistema de justicia, la total prohibición de la violencia policial y los funcionarios de seguridad, la reforma del sistema educativo y, así como un nuevo programa de aceptación de inmigrantes.
Los que apoyan la campaña del Calexit sostienen que California está afectada negativamente por las leyes federales, ya que el impuesto estatal que aporta Sacramento a las arcas del Gobierno Federal es una cifra mucho mayor en comparación a lo recibido como la asignación presupuestaria anual de Washington.
Además, muchos de los californianos perciben que la Casa Blanca a la hora de tomar decisiones cruciales de índole políticas, económicas, militares y sociales no tiene en cuanta sus aspiraciones en comparación con los ciudadanos de otros estados. Así mismo, estos ciudadanos creen que en lo cultural y político hay un gran abismo con el resto de los estados miembros de la nación norteamericana.
En la historia del estado de California, se han presentado hasta la fecha 200 propuestas dispares para la deseada independencia. “La separación de California nunca sucederá porque no interesa a los Estados Unidos”, aseguró Kermit Roosevelt, profesor de derecho constitucional en la Universidad de Pensilvania.
Conforme a este docente, esta secesión territorial nunca sucederá y no le extraña en absoluto que en este preciso momento una parte de la sociedad californiana esté planteando tal despropósito después de sufrir en sus propias carnes la caótica gestión presidencial de Donald Trump, relativa a la crisis del nuevo coronavirus, denominado COVID-19, ya que, según él: “si los resultados de las elecciones de 2016 hubieran sido diferentes (es decir, si Hillary Clinton las hubiera ganado), ahora era Texas (estado propenso a votar a los republicanos) el que intentaba separarse de EE.UU.”.
La importancia de California para los Estados Unidos y las consecuencias de su secesión de esta superpotencia mundial
El estado de California, situado en el suroeste de EE.UU. y en la costa del océano Pacifico, con una población de más de 40 millones de personas, es el estado más poblado de Estados Unidos.
California es el tercer estado más grande de Estados Unidos después de Alaska y Texas. La capital, Sacramento y Los Ángeles, San Diego, San José y San Francisco son algunas de las ciudades más importantes de esta región.
La mayoría de los residentes de California son votantes del Partido Demócrata, y en las elecciones de 2016, la candidata demócrata Hillary Clinton derrotó a su rival republicano, Trump, para alzarse con los 50 votos electorales de este estado.
El estado de California cuenta con una capacidad económica muy alta, por lo que, si fuera un país independiente, su economía sería igual a la sexta potencia económica más grande del mundo. De hecho, es la región más rica del país de EE.UU., y si el movimiento independentista lograra su objetivo de poner tierra de por medio con el Gobierno Federal, asestaría un duro golpe no solo en lo económico, por tratarse del estado que más contribuye al erario público, sino que también a la imagen internacional de la Casa Blanca.
California sube como 5 ª economía del mundo ¿hacia el ‘Calexit’?
La economía de California es más pujante y grande que todo el tejido económico e industrial del Reino Unido, y eso es debido a que los gigantes tecnológicos estadounidenses como Apple, Google, Adobe, Hewlett-Packard, Intel, Oracle y Yahoo se encuentran en Silicon Valley, área situada en el sur de San Francisco.
Como un dato curioso, los ingresos anuales de Apple de alrededor de 270 mil millones dólares provocaría un gran vacío en las arcas públicas de EE.UU., si los californianos decidieran independizarse del resto de los estados.
Las políticas contra la inmigración de la Casa Blanca no son del agrado de una mayoría de los californianos, ya que este estado es receptor de cientos de miles de migrantes procedentes de su vecino del sur, México. Empero, Trump viene insistiendo en que es necesario la construcción de un polémico muro fronterizo a través de los estados que limitan con el país azteca, es decir: Texas, Nuevo México, Arizona y California, para evitar la entrada de migrantes indocumentados.
Trump promete 800 kilómetros construidos de muro para 2020
Así pues, un Estados Unidos sin California perderá su posición actual en el mundo, y su giro político tensará sus relaciones con los países hasta ahora consideraos aliados como lo son Canadá o los Estados miembros de la Unión Europea (UE) en cuanto a sus acuerdos comerciales y económicos recíprocos firmados entre las partes.
“El valor del dólar caerá, y el euro y el yuan chino pueden reemplazarlo en la economía global”, afirma Brandon O'Leary, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Pensilvania.
Rusia reducirá el peso del dólar en su mayor fondo para 2020
Por otro lado, California se convertirá en un nuevo aliado atractivo para los países que siguen el modelo neoliberal. “Con la independencia de California, el mundo cambiará repentinamente de un sistema bipolar entre China y Estados Unidos a un sistema multipolar entre Estados Unidos, China, California, La India y otros más”, sostuvo Steven Sidman, profesor de asuntos internacionales en la Universidad de Ottawa de Canadá.
Crisis del COVID-19 girará la balanza del poder global sobre China
Es probable que una California soberana, que busca una posición de liderazgo en el mundo, intenté desempeñar un papel de liderazgo en cuestiones tan importantes como es el cambio climático, empero, en el otro lado de la moneda, es posible que EE.UU. se retiré en áreas tan significativas como pueden ser las leyes medio ambientales, la inversión en energías renovables y similares.
Trump y la crisis de COVID-19 intensifican los ánimos de la independencia
Desde que Trump llegó al poder, allá en enero de 2017, muchos ciudadanos secundaron manifestaciones a favor de exigir la independencia de California respecto a Estados Unidos a fin de crear el Estado de California, y todo porque, estos no se identifican con los valores defendidos por el líder republicano, entre otros, la supremacía blanca y el trato dispensado a las minorías de esta nación.
Tras la elección de Donald Trump como el próximo presidente de Estados Unidos, el hashtag Calexit # se hizo viral rápidamente entre los internautas de las redes sociales.
El voto de Hillary Clinton en California fue del 61,5 por ciento, mientras que Trump solo obtuvo el 33,2 por ciento de los sufragios. Marinelli cree que esto muestra las diferencias políticas entre este estado y otras regiones del país al ser el más progresista que ellos.
A esta animosidad a la persona de Trump se suma la caótica y confusa gestión de la Casa Blanca para contener la propagación de la letal cepa de COVID-19 entre la población californiana haciendo que la idea de un California independiente gane más partidarios en comparación a tiempos previos a que esta crisis provocara sus estragos en este estado.
La oposición en contra del Gobierno Federal va en aumento entre los ciudadanos estadounidenses a medida que son testigo de la incapacidad de Washington para dar una respuesta adecuada a esta emergencia sanitaria causada por la pandemia global del coronavirus.
Las imágenes repetidas hasta la saciedad por los medios de comunicación locales relativas a los centros hospitalarios desprovistos de los tan necesarios Equipos de Protección Individual (EPI) e insumos médicos para afrontar la masiva afluencia de pacientes a fin de recibir tratamiento que aliviara la insuficiencia respiratoria que les causaba la infección pulmonar de COVID-19, ha ocasionado a que incluso algunos correligionarios de Trump salieran a mostrar su insatisfacción criticándole su enfoque sobre este asunto.
Entre tanto, la oposición de los líderes soberanistas de California a las políticas imperialistas de los dirigentes estadounidenses es una señal de advertencia para las políticas capitalistas y neoliberales de este país, que en este momento se encuentra a las puertas del peligro de extinción debido a la actual situación que se está viviendo tanto EE.UU. como en el resto del mundo.
Este es un peligro que incluso el ex secretario de Estado Henry Kissinger lo ha presentado y lo ha plasmado en un artículo reciente.
“Es suficiente que uno de los estados de EE.UU. logre su objetivo y se separe de los Estados Unidos y alcance independencia política, económica y militar, entonces esto también les sucederá a otros estados y se convertirá en una gran demanda dentro de los Estados Unidos”, acotó Kissinger.
Los Republicanos partidarios del Calexit y los Demócratas sus detractores
En medio de todo este tumulto, los republicanos dan la bienvenida a la futura independencia y la secesión de California, pero los demócratas se oponen a esta idea drásticamente.
Detrás de este apoyo u oposición solo se esconde motivos meramente políticos, ya que, California al ser el estado más poblado del país norteamericano, su autodeterminación cambiaría el equilibrio de poder en esta nación y el Congreso a favor de los republicanos y, al mismo tiempo, la pérdida de votos electorales en esta región impediría a que cualquier demócrata se pudiera postular para presidente en un futuro próximo.
“La situación política de los demócratas se empeoraría mucho. Estos han dependido en gran medida de California para ganar las elecciones presidenciales desde principios de la década de 1990”, manifestó el profesor Sidman.
El CalExit podría ser contraproducente en Estados Unidos
Esta es precisamente la razón política por la cual los republicanos de línea más conservadora se muestran a favor de la independencia de California, porque si eso sucede, esta formación acapararía todo el poder político de Estados Unidos.
En ese hipotético caso, los demócratas en otros estados no tendrían más remedio que reconsiderar en sus principios políticos y girar en dirección a las posiciones defendidas por las formaciones de corte derechista.
Una independencia de California está abocado a una guerra civil
Teniendo en cuenta de que la Constitución de EE.UU. prevé la creación de nuevos estados en los Estados Unidos, no existe un marco legal para la autodeterminación de los estados.
Una opción, según los partidarios del Calexit, es enmendar la Constitución para permitir que este estado pueda abandonar Estados Unidos por vía de una consulta popular.
Si la enmienda es aprobada por una mayoría de dos tercios tanto en el Congreso de Estados Unidos como en el Senado, se enviará a los legisladores de los restantes 50 estados, para que sus correspondientes cámaras estatales dieran su visto bueno a esta propuesta dándole un carácter legal a este asunto. Otra forma sería crear una convención compuesta por los 50 estados y obtener una aprobación superior al 67 por ciento de estos mismos estados.
Empero, ¿qué pasaría si California no quisiera usar estos métodos y decidiera por su propia cuenta y de forma unilateral declarar su independencia de Estados Unidos?
De hecho, la última vez que algunos estados trataron de separarse de Estados Unidos se produjo la guerra más sangrienta del país: la Guerra Civil (1861-1865), que mató a 600 000 estadounidenses y finalmente terminó con la derrota de los secesionistas.
Desde una perspectiva, el secesionismo es una tradición estadounidense. Cuando estos territorios coloniales bajo el control del imperio británico se sublevaron en 1775 contras las fuerzas de Londres para lograr años después su independencia allá en 1783, estos nuevos estados decidieron escribir su Carta Magna que dio lugar al nacimiento de Estados Unidos y acto seguido, algunos estados decidieron abandonar por su cuenta a la recién creada nación norteamericana.
Pasados unos cien años, algunos estados sureños durante la citada guerra civil declararon que la Declaración de Independencia de los Estados Unidos legitimaría la separación del Sur del Norte. Otros secesionistas sostenían que el Estado de la Unión era un acuerdo voluntario cuyos términos habían sido violados por el Norte. El entonces Gobierno Federal se opuso a este argumento y respondió a estas exigencias declarándole la guerra al Sur.
Finalizada la contienda, la Corte Suprema de Estados Unidos declaró oficialmente que cuando los estados aprobaron la Constitución, renunciaron a su derecho a abandonar a los Estados Unidos.
Empero, Marcus Ruiz Evans, uno de los directores de la campaña “Sí California”, asegura que la Carta Magna de los Estados Unidos no prohíbe la separación de estados, pero señala que se necesita la Corte Suprema para resolver tales problemas.
En este sentido, Evans recuerda que, tras el final de la Guerra Civil, la Corte Suprema en 1870 dictaminó en el caso Texas v. White que cualquier estado en los Estados Unidos podría separarse legalmente de los demás estados si estos estuvieran de acuerdo con dicha propuesta de autodeterminación.
El principal experto constitucional de California, Erwin Chamberlain, cree que obtener una mayoría simple en el Congreso podría cumplir con las condiciones establecidas por la Corte Suprema.
Desde que California ingresó a los Estados Unidos por mayoría de votos en el Congreso allá en 1850, también puede abandonar la Unión por mayoría de votos, aclara Chamberlain para luego añadir que, no obstante, ninguno de los medios de comunicación estadounidenses menciona el trasfondo legal de la independencia de California de los Estados Unidos.
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