No obstante, el criminal decidió salir a pasear y fue fotografiado almorzando en un bar (foto). Ahora su cárcel será en Campo de Mayo.
Lazarte fue condenado a perpetua por los delitos de lesa humanidad, violación de domicilio, secuestro, torturas, homicidio, robo y delitos sexuales.
El genocida tenía el beneficio de no cumplir su condena en una cárcel común.
Pese a que debía permanecer en su hogar, el genocida salía de su casa sin autorización hasta que fue denunciado por una mujer que lo vio reiteradas veces en un bar y lo identificó cuando Lazarte dejó olvidada su documentación: buscó el nombre en internet y supo que era un genocida.
Entre las salidas, el 18 de febrero Lazarte, teniendo la pulsera de control electrónico, salió de su domicilio sin autorización desde las 9:43 hasta las 14:18. Más de cuatro horas.
Es de esperar que los responsables judiciales de velar por el cumplimiento de los requisitos del privilegio del genocida rindan algún tipo de cuentas por no haber tomado debida cuenta de las reiteradas violaciones de Lazarte a los mismos.
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