(07/11/19 - DD HH)-.El domingo a la noche, un incendio intencional destruyó las dos casillas de madera donde funcionaba la histórica sede de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) La Matanza. “No quedó nada”, señalaron en un comunicado esa misma noche cuando el fuego se apagó, y pidieron al fiscal celeridad en la investigación.
La causa ya tiene una persona identificada como autor material del hecho. El organismo realiza una conferencia este jueves y un abrazo simbólico al lugar más jornada de limpieza el próximo sábado. “Las muestras de solidaridad reconfortan ante la ausencia de un lugar físico. Sólo nos queda trabajar e imaginar rápido una reconstrucción”, remarcó Pablo Pimentel.
“El domingo a la noche, una vecina nos llama para avisarnos que había fuego en la Asamblea. Pasé a la hora, cuando los bomberos ya habían apagado el fuego, y no había quedado nada”, recuerda con dolor Pablo Pimentel, miembro fundador de la APDH La Matanza. La sede, ubicada en Esnaola y Cabrera, está conformada por dos casillas de madera, un baño y un SUM de material que se estaba construyendo.
El terreno que hoy ocupa el organismo era un basural que los miembros de la APDH, junto con vecinos y vecinas del barrio, fueron recuperando. Allí construyeron primero una casa prefabricrada; la segunda casita de madera había sido donada por la ONG Un Techo. Las dos fabricaciones fueron reducidas a cenizas por el incendio.
En ese lugar, la APDH La Matanza realizaba todas sus funciones: recibía denuncias de violaciones a los derechos humanos, especialmente casos de violencia institucional, atendían distintos tipos de consultas y también realizaban actividades culturales.
“Las mesas y sillas de lxs pequeñxs palomerxs que vienen los miércoles. Los libros. Cuadros que para nosostrxs tienen mucho valor simbólico y afectivo. También las herramientas de construcción”, enumeraban desde la APDH La Matanza sobre el mobiliario arrasado por el fuego.
Entre las pérdidas, Pimentel destaca el valor de esas mesas y bancos, que habían sido utilizadas durante 20 años por el centro de día La Paloma y donadas al organismo el año pasado cuando tuvo que cerrar sus puertas por la crisis. “Esa donación nos permitió que una vez por semana pudiésemos albergar a estos chicos. Cada miércoles seguimos desarrollando en nuestra sede la tarea que los chicos venían haciendo en el centro de día”.
Tras el incendio, los miembros del organismo realizaron la denuncia en la fiscalía de turno y reclamaron celeridad en la investigación. En la causa ya hay una persona identificada: un hombre en situación de calle sería quien inició el fuego. “Habrá que investigar si se trató sólo de un acto de violencia aislada o si la persona fue inducida a cometer el hecho. Sea una cosa u otra, esto es parte de un sistema perverso que arrojó personas a la indigencia, en situación de calle, comiendo como pueden, con problemas de adicciones y sin ningún acompañamiento del Estado”, reflexionó el integrante del organismo.
El incendio de este domingo no fue el primer hecho de violencia que sufrieron; en julio pasado ya habían denunciado que de madrugada personas ingresaron a la sede, produjeron destrozos y se robaron material de construcción. En otra oportunidad, en lo que fue un claro mensaje de amenaza, les dejaron en la puerta de una de las casillas una bolsa llena con balas de FAL.
“El hecho del domingo es consecuencia también de que no se tomaron en serio las denuncias que realizamos en los últimos cinco años: todas esas denuncias tuvieron un mismo final, fueron archivadas. Esto es parte del abandono por parte de un poder judicial que no investiga y de un poder político que no protege la labor realizada por este organismo”, remarca Pimentel.
Este jueves a las 11 de la mañana, en el espacio de Esnaola y Cabrera, la APDH La Matanza brindará una conferencia de prensa, junto a referentes de distintos espacios, para denunciar estos hechos a la prensa y contar los avances en la causa que investiga la titular de la UFI 9 de San Justo, Dra Palin.
Mientras que el sábado, a partir de las 9 de la mañana, el organismo convoca a un abrazo solidario. Durante la jornada se realizará también la limpieza del lugar. “Sólo nos queda trabajar e imaginar rápido una reconstrucción del lugar y terminar el salón para volver a ocuparlo”, dice Pimentel.
En estos días, desde que se conoció la destrucción de la casa, la APDH recibió algunas donaciones e innumerables mensajes de solidaridad. “Estas muestras reconfortan y las sentimos como un reconocimiento a toda una historia de lucha que construyó la asamblea desde el 84 en La Matanza. Un reconocimiento a los principios de la APDH y la labor de asistencia y acompañamiento en las situaciones de extrema vulnerabilidad y violaciones a los derechos humanos en la actualidad, que nos toca afrontar”.
Entre los mensajes recibidos, Pimentel destaca las expresiones de solidaridad de los obispados de San Justo y Laferrere: “Eduardo García y Gabriel Barba son dos hombres de la iglesia comprometidos con los sectores más humildes”. Y agregó: “También agradece a la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que nos llamó la misma noche del incendio. Y después también lo hicieron Adolfo y Norita, dos referentes que no sólo están en cada lucha por la defensa de los derechos humanos sino también cuando un organismo está sufriendo”.
(ANDAR)
La causa ya tiene una persona identificada como autor material del hecho. El organismo realiza una conferencia este jueves y un abrazo simbólico al lugar más jornada de limpieza el próximo sábado. “Las muestras de solidaridad reconfortan ante la ausencia de un lugar físico. Sólo nos queda trabajar e imaginar rápido una reconstrucción”, remarcó Pablo Pimentel.
“El domingo a la noche, una vecina nos llama para avisarnos que había fuego en la Asamblea. Pasé a la hora, cuando los bomberos ya habían apagado el fuego, y no había quedado nada”, recuerda con dolor Pablo Pimentel, miembro fundador de la APDH La Matanza. La sede, ubicada en Esnaola y Cabrera, está conformada por dos casillas de madera, un baño y un SUM de material que se estaba construyendo.
El terreno que hoy ocupa el organismo era un basural que los miembros de la APDH, junto con vecinos y vecinas del barrio, fueron recuperando. Allí construyeron primero una casa prefabricrada; la segunda casita de madera había sido donada por la ONG Un Techo. Las dos fabricaciones fueron reducidas a cenizas por el incendio.
En ese lugar, la APDH La Matanza realizaba todas sus funciones: recibía denuncias de violaciones a los derechos humanos, especialmente casos de violencia institucional, atendían distintos tipos de consultas y también realizaban actividades culturales.
“Las mesas y sillas de lxs pequeñxs palomerxs que vienen los miércoles. Los libros. Cuadros que para nosostrxs tienen mucho valor simbólico y afectivo. También las herramientas de construcción”, enumeraban desde la APDH La Matanza sobre el mobiliario arrasado por el fuego.
Entre las pérdidas, Pimentel destaca el valor de esas mesas y bancos, que habían sido utilizadas durante 20 años por el centro de día La Paloma y donadas al organismo el año pasado cuando tuvo que cerrar sus puertas por la crisis. “Esa donación nos permitió que una vez por semana pudiésemos albergar a estos chicos. Cada miércoles seguimos desarrollando en nuestra sede la tarea que los chicos venían haciendo en el centro de día”.
Tras el incendio, los miembros del organismo realizaron la denuncia en la fiscalía de turno y reclamaron celeridad en la investigación. En la causa ya hay una persona identificada: un hombre en situación de calle sería quien inició el fuego. “Habrá que investigar si se trató sólo de un acto de violencia aislada o si la persona fue inducida a cometer el hecho. Sea una cosa u otra, esto es parte de un sistema perverso que arrojó personas a la indigencia, en situación de calle, comiendo como pueden, con problemas de adicciones y sin ningún acompañamiento del Estado”, reflexionó el integrante del organismo.
El incendio de este domingo no fue el primer hecho de violencia que sufrieron; en julio pasado ya habían denunciado que de madrugada personas ingresaron a la sede, produjeron destrozos y se robaron material de construcción. En otra oportunidad, en lo que fue un claro mensaje de amenaza, les dejaron en la puerta de una de las casillas una bolsa llena con balas de FAL.
“El hecho del domingo es consecuencia también de que no se tomaron en serio las denuncias que realizamos en los últimos cinco años: todas esas denuncias tuvieron un mismo final, fueron archivadas. Esto es parte del abandono por parte de un poder judicial que no investiga y de un poder político que no protege la labor realizada por este organismo”, remarca Pimentel.
Este jueves a las 11 de la mañana, en el espacio de Esnaola y Cabrera, la APDH La Matanza brindará una conferencia de prensa, junto a referentes de distintos espacios, para denunciar estos hechos a la prensa y contar los avances en la causa que investiga la titular de la UFI 9 de San Justo, Dra Palin.
Mientras que el sábado, a partir de las 9 de la mañana, el organismo convoca a un abrazo solidario. Durante la jornada se realizará también la limpieza del lugar. “Sólo nos queda trabajar e imaginar rápido una reconstrucción del lugar y terminar el salón para volver a ocuparlo”, dice Pimentel.
En estos días, desde que se conoció la destrucción de la casa, la APDH recibió algunas donaciones e innumerables mensajes de solidaridad. “Estas muestras reconfortan y las sentimos como un reconocimiento a toda una historia de lucha que construyó la asamblea desde el 84 en La Matanza. Un reconocimiento a los principios de la APDH y la labor de asistencia y acompañamiento en las situaciones de extrema vulnerabilidad y violaciones a los derechos humanos en la actualidad, que nos toca afrontar”.
Entre los mensajes recibidos, Pimentel destaca las expresiones de solidaridad de los obispados de San Justo y Laferrere: “Eduardo García y Gabriel Barba son dos hombres de la iglesia comprometidos con los sectores más humildes”. Y agregó: “También agradece a la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que nos llamó la misma noche del incendio. Y después también lo hicieron Adolfo y Norita, dos referentes que no sólo están en cada lucha por la defensa de los derechos humanos sino también cuando un organismo está sufriendo”.
(ANDAR)
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